La Zinfandel es una de las cepas más antiguas del mundo. Según estudios realizados, se comprobó que la uva emblema de California, Estados Unidos, es una cepa originaria de Italia. Se cree que también se cultivaba en Croacia desde tiempos remotos. La presencia de la Zinfandel se ha hallado en descubrimientos arqueológicos y data del año 1300 AC. Este dato, la convierte en una de las cepas más primitivas del mundo, de hecho, su nombre en Italia es “Primitivo”. En este territorio se cultiva aún en Puglia, su región de origen. Se calcula que es la duodécima uva más plantada del país. Las tres principales áreas DOC son Primitivo di Manduria, Gioia del Colle Primitivo y Falerno del Massico Primitivo. Producen vinos tintos, dulces y fortificados.
La uva se llevó a Estados Unidos a mediados del siglo XIX, donde se le bautizó con el nombre Zinfandel, que probablemente tenga un origen austríaco.
Características de los vinos Zinfandel
Esta uva tinta produce un vino robusto, aunque en los Estados Unidos también se le vinifica en blanco y rosado. Su alto contenido en azúcar hace que en la fermentación se alcancen niveles de alcohol que superan el 15%. Por lo general son vinos de taninos secos, básicos y de poco encanto. De allí que los de mayor éxito comercial de esta cepa tinta sean los blancos llamados también “White Zin”. Son vinos que se caracterizan por su atractivo color rosa y un ataque ligeramente dulce en boca. Ideales para acompañar platos agridulces, preparados con verduras, trozos de frutas y carnes blancas.
Los tintos de crianza son un poco más complejos, de buena acidez y muy fáciles de beber. Son buenos compañeros de las carnes magras al grill. También armonizan muy bien con carnes blancas de pollo, cerdo o pescados con salsas de tomate, pimentones, especiadas y con frutos negros.
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