En la hermosa región vinícola de la Toscana (Italia), una bodega está cambiando vidas a través del buen vino. La firma Frescobaldi, con varias fincas en este territorio italiano, ofrece espacio a los reos para dar un paso adelante participando en la elaboración de la bebida.
La familia Frescobaldi ha sido un pilar importante en la viticultura de la Toscana por siglos y su compañía hoy en día representa una de las mejores de la zona. Actualmente, cuentan con ocho centro de producción que aprovechan al máximo el terroir toscano.
En su finca en la isla de Gorgona, a 40 kilómetros de las costas de Livorno, se lleva a cabo un bonito proyecto social que desde hace varios años da posibilidades laborales a los presos dentro de la industria vinícola.

La idea se gestó en 2011 y se puso en marcha al año siguiente, todo de la mano del Instituto Penal de Gorgona. “Los agrónomos y enólogos de Frescobaldi trabajan con los presos desde más de una década, ofreciéndoles conocimientos en viticultura y vino, que podrán utilizar para construir un nuevo futuro”, citan en su web.
Gorgona es, actualmente, la única isla penitenciaria de Europa. Para muchos, quizás sea uno de los sitios más amenos para cumplir una sentencia, pues destaca por su buen clima, sus casas coloridas, sus pescadores y sus viñedos.
La labor humanitaria de Frescobaldi

El centro penitenciario de este destino italiano es para los reclusos que están al final de sus sentencias. Una forma de que puedan culminar este ciclo en un lugar tranquilo que les facilite las herramientas necesarias para volver a la sociedad.
Gracias al Proyecto Gorgona, los presos pueden trabajar y aprender sobre vino al mismo tiempo. Como empleados de Frescobaldi, reciben un salario que pueden ahorrar hasta el momento en que cumplan con su sentencia. Según Lamberto Frescobalfi, actual presidente de las bodegas, la iniciativa da una gran capacidad de ahorro, lo que hace que los reos puedan “decirle que no al crimen una vez que salgan a las calles“.
El mismo Lamberto indica que la reinserción social en Italia es un tema delicado. Hasta 85% de los reclusos vuelven a cometer crímenes una vez que dejan la cárcel, sin embargo, asegura “en el caso de los que pasan por Gorgona es de 0%”.

En los campos de vid de la isla italiana se trabaja con diferentes variedades de uva. Al principio Sangiovese y Vermentino Nero; y desde 2015 también con Vermentino y Ansonica. Con estas se elaboran los vinos Gorgona, de tipo blanco, y Gorgona Rosso, un buen vino tinto.
“Este proyecto significa mucho para mí. Me permite retribuir. He tenido mucha suerte en mi vida y quiero compartir eso con otras personas. También me permite ser patriótico, hacer algo por Italia. Todos merecen una segunda oportunidad, sin importar lo que hayan hecho en la vida, realmente lo creo”, comenta Lamberto sobre esta propuesta social.
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