Dos roles dedicados al extenso mundo de los tragos. La elaboración de bebidas que cautiven a todos es su misión. El papel de un mixólogo y un bartender se asemeja tanto que suelen interpretarse como lo mismo. A pesar de la similitud entre ambos oficios, existen ciertas diferencias.
Parecidos, pero diferentes…
Erróneamente, muchos creen que ambos se ocupan de exactamente la misma tarea. Tanto uno como el otro se involucran en la preparación de cocteles, pero técnicamente cumplen funciones distintas.
El término bartender se ha popularizado en tiempos recientes. Se utiliza para designar al encargado de atender la barra de un bar. Este se relaciona con el público y es responsable de generar un ambiente agradable para los visitantes.
El barman debe poseer ciertas habilidades que faciliten su trabajo. Es importante que conozca en profundidad los tragos comunes y populares, que sea rápido en su elaboración y, en algunos casos, que tenga habilidades para realizar maromas o trucos que hagan de su tarea un espectáculo.
Por otro lado, el mixólogo cumple un papel más científico. Debe ser un estudioso de las bebidas alcohólicas, sus características y su historia. Se dedica a crear nuevos tragos, mezclar sabores y experimentar de acuerdo con las nuevas tendencias.
Su misión es incorporar y simplificar técnicas de coctelería. Se enfoca en el arte de la creación basándose en sus conocimientos e imaginación.
Mixólogo y barman al mismo tiempo
A pesar de las diferencias, esto no impide que una persona pueda desempeñar ambos papeles. Un conocedor de los más finos métodos de la mixología puede encargarse de ser el anfitrión de los apasionados de la barra.
Dos términos y profesiones que guardan una relación muy estrecha, pero que finalmente apuntan a dos funciones. Ambos requieren destrezas que terminan complementándose en un exquisito trago y una noche de fiesta.
También le puede interesar: Mixología o el arte de una buena mezcla
