Orgullo de México y popular en todo el mundo, el tequila es apreciado por muchos, para disfrutarlo como se debe, el bartender Ángel Bolívar comparte sus reglas.
Conocido por su labor como jefe de coctelería del restaurante neoyorquino Casa Neta, Bolívar revela las pautas a seguir para gozar del destilado de agave de manera correcta.
Al estilo local
El especialista explica que, en México, la bebida se suele beber fría. “El tequila se guarda en la nevera, por lo que está a la temperatura perfecta cuando se sirve y casi siempre se disfruta puro”, explica.
¿Sal y limón?
Siempre será ideal no agregar nada al destilado que pueda alterar su gusto o propiedades originales. “Cuando lo bebo, quiero poder experimentar el sabor real”, comenta el bartender.
Bolívar invita a que el uso de la sal y el limón, muy populares, sea para cocteles como Margarita o Paloma. “Goce el tequila sin adornos”.
Un proceso lento
En sus palabras, no hay que precipitarse cuando de tequila se trata. Darse el tiempo para apreciarlo, diferenciar las notas y sabores que ofrece es importante. Así, se podrán encontrar diversos matices que la planta de agave tiene para dar.
Estar en contexto
El bartender explica que es importante saber qué tipo de destilado se está por servir para saber qué esperar. Bolívar explica lo que se puede preveer de cada tipo:
- Blanco: Caracterizado por no añejarse o hacerse por muy poco tiempo, es de las variantes más sencillas. En este caso, sí se puede permitir mezclarlo con un poco de limón o refresco.
- Reposado: Envejecido de dos meses a un año, tiene un poco más de complejidad. “Los reposados contienen notas ocultas de vainilla, caramelo y mantequilla, y muchas veces también hay un toque de cítricos“. Recomienda beberlo puro.
- Añejo: Sus tiempos en barrica superan el año y se caracteriza por sabores robustos y muy marcados. Para el bartender, un bebedor de tequila añejo es un bebedor maduro. Su consejo es servirlo solo o con un cubo de hielo.
Algo a olvidar
Los menos conocedores tienden a creer que hay un elemento infaltable en cualquier botella de tequila: un gusano. Bolívar indica que ningún ejemplar de calidad tendrá uno, por lo que, si lo ve, mejor olvidarse de tomar un trago.
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