Para los aficionados de la coctelería, varias son las formas de potenciar sus mezclas para hacerlas más atractivas, una de ellas es a través de encurtidos. Los insumos trabajados en salmuera, conservados por semanas o meses, pueden dar el toque extra que se busca.
Aunque algunos cocteles clásicos como el Dry Martini o el Gibson incluyen las habituales aceitunas y cebollas respectivamente, los ingredientes y alimentos fermentados han venido ganando espacio en las barras más importantes del mundo. Cada vez son más los mixólogos expertos, así como los amantes del sector, que se atreven a experimentar con estas posibilidades.
Los encurtidos se elaboran, principalmente, sumergiendo los productos en salmuera. Estos pueden ir desde vegetales, hasta frutos y otros. Según el chef Joan Roca, la proporción ideal de una salmuera es de 100 gramos de sal por cada litro de agua, aunque algunas fuentes refieren que puede ser menor, de 30 gramos por cada litro.
Sin embargo, la mezcla de agua y sal puede llevar añadidos como vinagre, siendo este muy común, así como azúcar, especias y hierbas que aporten sabor al resultado. Los más conocedores explican que esto es muy popular en la cocina y de a poco se ha trasladado a la coctelería.
Una útil recomendación

Los bartenders de recorrido afirman que aprovechar los encurtidos es ideal para explorar nuevas recetas. Además, indican que es una buena manera de disminuir los desechos en la cocina, pues se pueden usar los residuos de vegetales y frutas.
Al tratarse de insumos que normalmente serían desechados, aconsejan experimentar con ellos. Probar las proporciones de agua y vinagre a usar o qué agregados pueden potenciar el sabor. Siempre pensando en qué tipo de coctel o receta serán usados en el futuro para que encajen perfectamente.
Tomillo, laurel, pimienta negra, canela, cilantro, hinojo, vinagre de sidra manzana, vino blanco, jengibre, dientes de ajo, ají picante, eneldo, romero. Absolutamente todo tiene cabida al momento de encurtir alimentos para preparar cocteles.
Incluso, comparten que no necesariamente hay que adicionar todas las hierbas o especias al mismo tiempo, sino que se puede ver cómo evoluciona el encurtido para ir ajustando sabores. La idea es no limitarse y utilizar todo lo que pueda beneficiar a la preparación.

Los productos que pasan por este proceso, si se reservan en frascos herméticos, pueden conservarse en la nevera hasta por un año. Luego, los insumos pueden usarse como un decorado comestible de cualquier coctel o también se pueden echar chorritos de la salmuera a la bebida para darle un perfil distintivo.
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