La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más populares y consumidas, cuyo origen se encuentra hace miles de años en la antigua Mesopotamia. Sus amantes pueden alucinar con Beru Vyhodnoy, la tienda más grande de cervezas del mundo, que abrió sus puertas en Moscú a mediados de noviembre de 2018.
El lugar, ubicado en pleno centro de la capital rusa, cuenta con 294 metros cuadrados, dos pisos, 200 grifos y 3.179 variedades de cervezas de 35 países. Eso sí, todo, absolutamente todo, está organizado por estantes, de manera que el cliente puede hacer el recorrido con tranquilidad y por secciones. Por ejemplo, las que son belgas, británicas, estadounidenses, irlandesas y alemanas, se encuentran divididas en función de sus sabores, ya sean oscuras, amargas, dulces, de trigo, etcétera.
En el país más grande del planeta, con 17 millones 75 mil 200 kilómetros cuadrados, que ocupa a la vez el continente europeo y asiático y donde el vodka es prácticamente orgullo nacional, la cerveza no es del todo aceptada por un sector. “Nuestra cultura cervecera es todavía muy baja, por decirlo amablemente. Muchas personas creen que es un producto de baja calidad, que compras en cualquier supermercado, pero es una bebida con una riquísima historia”, expresa su propietario, Nikolay Zhelagin, al diario Komsomólskaya Pravda.
“Me tomo un día libre”
Beru Vyhodnoy, que en español significa “Me tomo un día libre”, es la tienda con más cervezas, así lo reflejan los números. Antes, ese privilegiado lugar lo tenía la cervecería Delirium Tremens, en Bélgica, con 2.004 variedades. “Nosotros tenemos 3.179. Existen diferentes variedades alrededor del mundo. Tantas, que una persona poco sofisticada, después de haberlas probado, a veces ni siquiera adivina que esto es cerveza”, destaca Evgeny Smirnov, el encargado de la tienda.
Y aunque gran parte de los productos provienen de Europa, Estados Unidos y Asia, están en negociaciones para sumar a su amplia gama marcas que se elaboran en Latinoamérica, asegura Smirnov, quien ha probado en apenas cuatro años 4 mil tipos de cerveza.
200 grifos bien fríos
Según describe el servicio internacional de noticias Sputnik Mundo, detrás del mostrador principal del establecimiento se ubican 200 grifos con cervezas bien frías. Es tan grande, que la hilera da vuelta en forma de ele. Cada una de las bebidas tiene su respectivo nombre con todas las especificaciones: ciudad de origen, graduación alcohólica, etcétera.
El proceso de enfriamiento es a través de dos cámaras frigoríficas, donde se encuentran los barriles a una temperatura de tres grados. “Además de los 200 barriles para cada grifo, tenemos otros que no están conectados, pero que se almacenan a la temperatura ideal”.
En ese sentido, los clientes pueden observar, por medio de unas ventanas, cómo son almacenadas las cervezas. Según narra el portal, “una luz roja muy tenue invade cada rincón y entre los pasillos se acumulan decenas de barriles y mangueras transparentes, que van de un lado a otro para alimentar a cada uno de los picos”.
Un récord sin Guinness
La tienda oficialmente es la más grande de cervezas de ese país, con certificación del Libro de Récords de Rusia, y no hay dudas que del mundo; sin embargo, el encargado precisa por qué no está en el Libro Guinness. “Todo el trámite cuesta más de 10 mil euros. Hay que pagar los viajes y estadía de la delegación que viene a certificar. Luego el título solo se puede usar por un determinado tiempo”.
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