Normalmente, muchas personas tienden a encasillar las infusiones bajo la denominación de té, algo que es errado. El té, la tisana y otras bebidas, aunque puedan compartir algunas características, son disímiles y se deben saber diferenciar. De esta manera, podrá distinguirlas al momento de hacer sus compras y comprender mejor los orígenes y beneficios de cada una.
En principio, es importante conocer la definición exacta de infusión. Esta refiere a una bebida obtenida de elementos como hojas, flores, raíces, cortezas, frutos o semillas de ciertas hierbas y plantas que se introducen en agua caliente para extraer sus propiedades de aroma y sabor.
Para conocer un poco más
Ahora, el té es una de las infusiones más famosas del planeta, por lo que se tiende a englobarlas todas bajo su denominación. Sin embargo, representa a la que se prepara únicamente con las hojas de la plata homónima, conocida de manera científica como Camellia sinensis, que tiene sus orígenes en China. En la actualidad, es infaltable en muchas culturas y regiones del mundo entero.
Existen variedades de té según el grado de oxidación de las hojas o los métodos de preparación. Entre ellas destacan los populares verde, blanco, negro, Oolong o té azul, además de otros como el amarillo, el matcha, turco y otros.
Parecidas pero diferentes
Mientras, hay otras infusiones con gran nivel de popularidad como la hierbabuena, la menta, el mate, la manzanilla, el tilo y la horchata. Algunos, al referirse a estas las llaman, por ejemplo, “té de manzanilla”, lo que sería en esencia incorrecto.
Por otro lado, las tisanas son bebidas que se consiguen tras hervir una serie de hierbas, especias, frutas secas, cortezas y otros insumos en agua. Una tisana puede contener diversos ingredientes según se elaboración, pudiendo, o no, tener té en su composición. Las tisanas suelen tener ciertos efectos medicinales como prevenir el insomnio o fungir de relajantes naturales.
Sin embargo, a pesar de que cada una tenga una definición marcada, la Real Academia Española (RAE) admite el uso del vocablo “té” para catalogar a cualquier bebida infusionada con hierbas.
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