La canela es una especia utilizada en la cocina por su sabor y aroma. Proviene de la corteza seca del árbol del mismo nombre que se enrolla en forma de palitos que se cortan de la misma longitud. Y aunque existen varios tipos, la más comercializada, por lo general, es la cinnamomum aromaticum o cassia.
Si bien se vende mayormente en polvo, que le da un sabor mucho más fuerte, se aconseja comprarla en rama para conservar las propiedades, aunque no aporta en sí grandes nutrientes. También se recomienda guardarla en frasco; eso sí, lejos de la humedad y la luz.
Esta especia ha sido utilizada desde hace mucho tiempo. Su consumo debe ser moderado, ya que puede ser perjudicial. En ese sentido, puede causar irritación en la piel, alergias, hipoglucemia y daño hepático en personas con enfermedades del hígado.
La canela tiene muchos beneficios

Ahora bien, la canela ofrece un sinfín de beneficios al organismo. Por un lado, es un estimulante, tónico y un antiséptico. Incluso, anima al organismo y combate la fatiga y decaimiento que acompaña a la gripe y otras infecciones virales.
Pero el componente más importante que tiene la canela es el aceite volátil cina-maldehído, que tiene un efecto sedante, analgésico y ayuda a bajar la tensión sanguínea. Tanto así, que favorece la digestión y ayuda a controlar las náuseas y la diarrea. De hecho, los médicos tradicionales en la India solían usarla para la anorexia y como expectorante.
Por otra parte, y según estudios científicos, la canela mejora la sensibilidad de las células a la insulina. Es decir, actúa sobre los niveles de glucosa en la sangre, incluso en aquellas personas que tienen diabetes tipo 2. Asimismo, reduce las consecuencias negativas de comer alimentos ricos en grasa. Esto y con la acción sobre el azúcar, puede favorecer a la pérdida de peso.
La canela es ideal cuando comienzan los primeros síntomas de un resfriado, tos, o si se siente decaído en sí. Cuando eso ocurra, puede machacar un palito de canela y agregarlo a un ponche dulce muy caliente. También puede agarrar un palito y lo pone a hervir en agua, y ese vapor que produce usted lo inhala y resulta excelente para las fosas nasales atascadas y para la tos pectoral.
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