El magnesio es un mineral muy importante. Tanto es así, que se ha demostrado que cumple más de 300 funciones bioquímicas en el organismo. De hecho, es el cuarto más abundante en el cuerpo y el segundo en el interior de las células.
El magnesio está ampliamente disperso en muchos alimentos, especialmente en los vegetales verdes. Es un nutriente que sirve para la mente, la relajación, para activar la energía y ayudar con el equilibrio y el balance de las sales y de los electrolitos dentro de la célula.
También para regular la glucosa, el sueño, para la producción de hormonas y la regulación del funcionamiento de los nervios. Aparte, se le considera un antidepresivo natural, entre otros beneficios.
Uno de los problemas en estos tiempos, es que las personas tienen riesgo de deficiencia de magnesio, porque no consumen la cantidad necesaria. Claro está, esto depende de la edad y del sexo de cada persona. Sepa cuánto magnesio se requiere al día, según National Institutes of Health.
La deficiencia también se genera si no se come vegetales y grasas saludables. Aparte, si consume muchos alimentos ultraprocesados y medicamentos que estimulan la orina, haciendo que pierda magnesio.
Alimentos ricos en magnesio

Ahora bien, el magnesio se encuentra naturalmente en ciertos alimentos y se agrega en algunos alimentos fortificados. Se pueden encontrar cantidades adecuadas de magnesio mediante el consumo de hortalizas de hojas verdes, sobre todo, en espinacas y acelgas.
También en aguacate, leche, yogur, queso, pescados, mariscos, nueces, almendras y semillas. Salvado de avena, garbanzos, cereales integrales (arroz), cereales de trigo o maíz fortificados.
Adicionalmente, existen sales de magnesio eficaces, pero no debe abusar de su consumo. Su exceso puede causar hipermagnesemia (magnesio alto en sangre) e hiperkalemia (potasio alto en sangre) y generar problemas cardíacos.
Es importante saber que la deficiencia de este mineral no se mide en sangre, ya que la mayoría está dentro del hueso y el músculo. Cuando esta falta es severa puede generar problemas cardíacos: arritmia, hipertensión arterial y cálculos en los riñones. Aparte de otras afecciones como osteopenia o osteoporosis, tensión muscular, bruxismo, calambres y dolores musculares crónicos.
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