Estar hidratados es fundamental para que el organismo pueda funcionar a su máximo nivel. El agua es el principal componente del cuerpo y sería imposible vivir sin ella. Sin embargo, hay frutas que también son fuente de hidratación. A continuación cinco de ellas.
Patilla (sandia)
Es muy refrescante. Contiene vitaminas A, B1, B6, C y E. Debido a su alto contenido de agua aumenta la secreción de orina, por ende, ayuda a limpiar las vías urinarias. Tiene potasio, lo que promueve la hidratación del organismo. Ayuda a eliminar mucosidades, previene enfermedades infecciosas, es antioxidante y su contenido de fibra es ideal para limpiar los intestinos. Aparte de jugo, con ella puede preparar una sopa con jengibre y lima, ensaladas, un sorbete y hasta un gazpacho.
Lechosa (papaya)
También está compuesta en gran cantidad de agua, por ende es un buen diurético. Posee vitaminas A, B, D y C, y contiene minerales como el calcio, magnesio y potasio. También es muy digestiva, calma la ansiedad mejora el estreñimiento, es antioxidante y mejora la salud de la piel. Con ella puede preparar jugo, una sopa fría y ensaladas.
Piña
Al igual que las anteriores frutas, es de muy bajas calorías. Es diurética, tiene efectos antiinflamatorios, controla el estreñimiento y ayuda a controlar el apetito. También es una fuente de vitaminas y minerales, es rica en antioxidantes. Es buena consumirla en batido, jugo, ensaladas, brochetas, postres, y en platos de carne y pescados exóticos.
Melón
También se caracteriza por su alto contenido en agua, lo que la hace muy hidratante. Es refrescante, calma la sed, es buena para tranquilar la pesadez del estómago, es diurética por lo que ayuda a evitar la retención de líquidos. Aparte, es rica en vitaminas, es antioxidante, sirve como laxante y es un excelente depurativo. Sirve para jugo, batido, una sopa fría, ensaladas, brochetas y postres.
Limón
A pesar de ser cítrico, aporta vitamina C, potasio y cantidades menores de otras vitaminas y minerales. Beber agua con limón es sumamente refrescante e hidrante. Ayuda a tener una digestión más ligera, a mejorar la inmunidad, sirve de remedio para resfriados y faringitis. También puede preparar limonada y es un ingrediente culinario imprescindible para aderezos, platos principales y postres.
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