No es secreto que para tener el cerebro en forma, hay que mantener hábitos saludables en la dieta y aportar los nutrientes que benefician las capacidades intelectuales y su buen funcionamiento.
Quizás no sepa que beber agua es fundamental para mantener el cerebro activo. Tome al menos ocho veces al día. Debe tener presente que cuando la deshidratación ocurre en el organismo, el cerebro libera la hormona cortisol, que reduce las dendritas.
En ese sentido, estas ramas están involucradas en el intercambio de información entre las células nerviosas. Es decir, que una contracción de estas dendritas lleva a un deterioro de la actividad cerebral. Y si este órgano no funciona bien, gran parte de las funciones del organismo se van a ver afectadas.
Así que es sumamente importante mantener hidratado el cerebro. Si bien es cierto que muchos alimentos contienen una porción de agua, este órgano necesita más, por lo que es clave beberla con regularidad.
No espere a tener sed
El médico francés Michel Cymes lo deja bastante claro en su libro Mima tu cerebro. Cómo cuidarlo para vivir mejor. “El agua es la fuente de la vida y es indispensable para el cerebro, que la consume en grandes cantidades”.
El especialista destaca en esta publicación, editada hace unos años, que este órgano es agua en un 80%. “Coma lo que coma, el cerebro siempre se servirá el primero, obtiene hidratación de la mayoría de alimentos que ingerimos. Tanto si se trata de carne como de verdura, de pescado o de fruta”.
Un claro ejemplo es cuando se tiene un dolor de cabeza producto de una resaca tras la ingesta de alcohol. El malestar en sí se debe a que el cerebro se ha deshidratado. Y cuando esto ocurre, las capacidades de razonamiento se ven obviamente afectadas y la memoria no funciona bien.
A partir de allí, se puede producir un efecto dominó. La atención disminuye, llega el cansancio, la somnolencia, la ansiedad y el estrés. Así que, no espere tener sed para beber agua, ya que cuando esto ocurre las capacidades del cerebro se han visto mermadas.
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