Los vinos espumosos no se comportan igual que los vinos quietos. Para evaluarlos como un experto en champagne hay ciertos términos y características indispensables para un conocedor de esta bebida burbujeante.
Apariencia visual de las burbujas
En vinos espumosos de alta calidad, las burbujas son pequeñas y flotan hacia arriba en una corriente continua desde el fondo de la copa. Si el vino presenta burbujas grandes y dispersadas, el vino es de menor calidad. Si, por otro lado, el vino no presenta burbujas, significa que la botella está defectuosa o es un vino muy viejo.
Sensación de las burbujas en la boca
Mientras más fino sea el vino, menos agresivas se sentirán las burbujas. No deben sentirse, en boca, como si bebiera un refresco o bebida gaseosa.
El balance entre dulzura y acidez
Este punto vacila en lo subjetivo. Si el vino espumoso le parece demasiado dulce o demasiado seco para su gusto, el consumidor es quien debe considerar la relación de acidez y dulzura, decidir si ambos elementos están razonablemente equilibrados.
La textura
Si el vino espumoso es hecho bajo el método tradicional, es decir, en cuba encerrada; su textura debe ser algo cremoso, por el añejamiento de este tipo.
Amargor
Cualquier sabor amargo que se le sienta al vino espumoso es señal de baja calidad.