La salsa de ají picante, conocido también como chile y guindilla, es muy utilizada en la cocina española, incluso es un alimento básico en la italiana; de hecho, se le conoce como fuoco (fuego).
Su preparación es sencilla y esta receta es para bastante cantidad, que puede guardar en frascos de 250 ml. Lo bueno de todo es que no se echa a perder así como así, pues una vez guardada se puede conservar mínimo un año.
Esta salsa casera picante es perfectamente un sustituto de la tabasco o de cualquier otra salsa a base de ajíes para condimentar un plato. Es ideal, porque así evitará comprar alguna de estas preparaciones envasadas.
Cómo hacerla
Ingredientes
- 3 kg de tomates maduros pelados, sin semillas y troceados
- 500 g de ajíes, preferiblemente largos y retorcidos
- 500 g de alcaparras bien enjuagadas
- 4 dientes de ajo pelados
- 1 taza de hojas de albahaca fresca lavadas
- 2 cucharadas de sal
- 3 tazas de aceite de oliva virgen extra
- Azúcar
Preparación
- Ponga los tomates en un colador (o en varios) y espolvoréelos abundantemente con la misma cantidad de azúcar y de sal. Déjelos reposar durante 2 horas para que se escurran bien.
- Eche en la licuadora o robot de cocina los ajíes, las alcaparras, el ajo, la albahaca y 2 cucharadas de sal. Tritúrelos todo con los tomates y el aceite de oliva. En caso de que el aparato no pueda contenerlo todo a la vez, hágalo en pequeñas tandas, mezclándolo todo luego.
- Vierta la salsa en frascos con tapa, refrigérela y déjela reposar durante 2 días como mínimo antes de utilizarla.
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