Antiguamente, las alitas de pollo eran un tanto pequeñas y duras, apenas dignas de consideración, salvo para su uso en sopas por su textura gelatinosa. Pero eso era en el pasado.
Hoy en día, los paquetes de alas grandes, rellenitas y carnosas son una delicia total. Son fáciles y rápidas de preparar, son económicas y hasta adictivas.
Cuando se hacen en el horno, salen crepitando, con la piel crujiente y doradita. Cocine las alas con los extremos hacia arriba en un horno muy caliente para que se caramelicen, pero tenga cuidado con no quemarse los dedos.
Cómo hacerlas
Ingredientes (4 personas)
- 16 alas de pollo grandes, aproximadamente 1,8 kg
- ½ cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimienta negra recién molida
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Ponga todos los ingredientes en una bolsa de plástico grande. Infle la bolsa, luego ciérrela con un nudo y sosténgala firmemente. Agítela, sacudiendo el contenido para que las alas queden bien impregnadas del aceite y el aderezo.
- Vuelque las alas en una fuente o bandeja y colóquelas con las putas hacia arriba. Áselas en la parte superior del horno precalentado a 220°C durante 35 o 45 minutos o hasta que estén doradas, crujientes y muy calientes.
- Sírvalas tal cual y anime a sus invitados a comérselas con los dedos. Tenga en cuenta que si se enfrían, dejan de estar pegajosas y pierden su encanto.
- En caso que sus alas sean pequeñas, si un kilo incluye casi 28, prepárelas del mismo modo, pero reduzca el tiempo de cocción un tercio.
- Otra opción en su preparado, es hacerlas al vapor durante 20 o 30 minutos. Si esta es su opción, agregue 2 cucharadas de salsa de soya a la bolsa. Eso sí, le quedarán tiernas, pero no crujientes.
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