Croquetas de espinacas y piñones de Karlos Arguiñano

Croquetas de espinacas y piñones
Ingredientes (6 personas)- 700 ml de bebida de avena
- 90 g de harina
- 350 g de espinacas
- 60 g de piñones
- 125 g de harina de garbanzo
- 200 ml de agua
- Aceite de oliva virgen extra
- Pan rallado y harina (para rebozar)
- Sal
- Nuez moscada
- Perejil
- Ponga agua a calentar en una cazuela. Cuando empiece a hervir, sazona y agrega las espinacas. Cuécelas durante 3-4 minutos. Retira y escúrrelas bien. Pícalas finamente y resérvalas.
- Calienta un sartén sin nada de aceite, agrega los piñones y tuéstalos un poco. Resérvalos.
- Ponga a calentar un poco de aceite en una cazuela. Añade la harina y rehógala bien. Sin dejar de remover, vierta la bebida de avena poco a poco y cocina la salsa a fuego suave 10 minutos aproximadamente (estará lista cuando, al remover, se hagan surcos que te dejen ver claramente el fondo de la cazuela). Sazona.
- Retira la cazuela del fuego, ralla encima un poco de nuez moscada y añada las espinacas y los piñones. Agrega sal y mezcla bien. Pasa todo a una fuente amplia y deja que se temple. Cúbrela con film de cocina de manera que quede en contacto con la masa e introduce la masa en el frigorífico para que endurezca bien.
- Echa en un recipiente la harina, en otro el pan rallado y en otro la harina de garbanzo mezclada con el agua. Corta un trozo de la masa, ponla sobre la encimera (enharinada) y dale forma de cilindro. Córtalo en porciones y redondéalas. Repite el proceso hasta terminar con la masa.
- Pasa las bolitas por la harina, después por la mezcla de harina de garbanzo con agua y después por el pan rallado.
- Fríelas en un sartén con aceite bien caliente. Escúrrelas sobre una fuente cubierta con papel absorbente de cocina. Sirve y decora con unas ramas de perejil.
- Para que no salgan grumos y la harina se integre bien, lo mejor es tener la leche previamente templada o por lo menos a temperatura ambiente.
- A las croquetas, para darle forma redondita, puede utilizar dos cucharillas, usar pinzas de helado, o incluso una manga pastelera de boca ancha para hacerlas como si fueran churros, y después ir cortándolas.