La gastronomía de Francia es una de las más ricas y está considerada de las mejores del mundo. Sus productos son de calidad, con técnicas muy precisas. Tanto es así, que desde 2010, su comida y sus rituales, son reconocidos por la UNESCO como Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. He aquí siete platos franceses irresistibles -de muchos-, que son para chuparse los dedos.
Soupe a l’oignon
La sopa de cebolla es un plato infaltable y sabroso. Tiene un toque dulzón que se mezcla con los sabores de la mantequilla y el queso gratinado.
Foie gras
Es el hígado sano de un pato o de un ganso adulto, robusto y en buena salud, criado según la tradición y que ha sido cebado con una alimentación abundante. Se consume, por lo general, al comienzo de cada comida.
Escargots
Esta preparación de caracoles es deliciosa. Son hechos al horno con ajo, perejil y mantequilla.
Croque-monsieur
Este es un sándwich elaborado con pan cuadrado y relleno de jamón y queso (emmental o gruyer) horneado con bechamel.
Coq au vin
Este plato de gallo o pollo de campo con verduras cocinado al vino forma parte de su recetario, el cual está lleno de muchos sabores.
Crepe
Esta tortilla redonda de harina de trigo, huevo y leche puede llevar ingredientes tanto dulces como salados.
Ratatouille
Un clásico de su gastronomía. Es un guiso a base de berenjenas, calabacines, pimientos, tomate y a veces otras verduras.
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