En España hay lugares que ofrecen experiencias gastronómicas que, sin ser de lujo, son totalmente únicas. Esto ocurre en La Librería de Pimiango, un sitio donde se puede gozar de una buena comida entre una variedad de obras literarias.
El sitio se ubica en Pimiango (Ribadeva, Asturias), muy cerca de la Cueva del Pindal, lugar de gran atractivo turístico por sus múltiples pinturas rupestres con siglos de antiguedad. Por lo tanto, el restaurante-librería puede ser un gran complemento culinario y cultural para un viaje por esta región española.
De hecho, el lugar ha sido reseñado por la Guía Repsol, publicación que resalta su calidad. “En una aldea de 90 habitantes, te espera La Librería de Pimiango, una ‘taberna de libros perdidos’, un lugar para reconfortar, comer, charlar, leer y ser feliz. En un rincón ya no tan perdido de Asturias. Una joya”, comentan.
Dos mundos se encuentran en La Librería de Pimiango
Este ya simbólico espacio del pueblo también está a pocos metros de un hermoso mirador, que permite ver las costas del mar Cantábrico. Una buena manera de iniciar la experiencia gastronómica en un local que ofrece café, tapas, cervezas y diferentes platos. Todo descrito en su propia página web como “un enclave geográfico rico por sus gentes, por su paisaje y por la esencia más pura del oriente asturiano“.
Todo es la materialización del sueño de Esteban Raposo, quien reparó una antigua casa de tres plantas para combinar un comedor con una librería. “En este pequeño local se juntan gentes que aman los libros perdidos y aquí hallados, la poesía, y la música con una copa de vino o un buen café en compañía de la gente que comparte“, agrega la Guía Repsol.
Un sinfín de “libros perdidos” están a la espera de los visitantes, quienes pueden recorrer sus estanterías buscando la lectura ideal. Todo para acompañar con las comidas que elabora Nacho de Carlos, cocinero del sitio.
Los platos son sencillos, usualmente relacionados con la cocina asturiana más tradicional. Por lo tanto, se pueden encontrar recetas como la fabada o elaboraciones con bacalao. En general, los productos locales como los quesos toman el protagonismo en este destino culinario.
Asimismo, la sala de lectura ofrece diferentes vinos para acompañar los libros. “Bebe de la sabiduría de los grandes escritores. Entre libros y volúmenes añejos experimentarás, al más puro estilo proustiano, cómo un aroma, una línea o un verso graban en tu memoria una visita o un encuentro inolvidables”, citan en la web de La Librería de Pimiango.
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