En España abundan lugares para probar una buena pizza, eso es cierto. Sin embargo, para probar una preparación que siga los lineamientos de la tradición napolitana, un local ideal es Ditaly.
Ditaly tiene varios locales en Madrid y otras ciudades de España como Logroño, Valencia, Málaga y Zaragoza. En todos se ofrece la máxima calidad posible para emular los sabores que se sirven en Nápoles, lugar de origen de la vera pizza.

Aquí, se busca apegarse al máximo al término sprezzatura. Esta palabra nació de Baltasar de Castiglione en su escrito Il Cortegiano (1528). Allí, usa esta palabra que la web del restaurante describe como “actitud de estudiada despreocupación por parte de quien se siente muy seguro de sí mismo y de sus propios medios“.
En la actualidad, la sprezzatura es una forma de ver la vida que se ha adoptado en ámbitos como el arte, la literatura y la moda. En términos sencillos, algunos lo ven como “el arte de esconder el arte”. Es decir, de hacer lucir lo complicado como algo sencillo para quien realiza la acción.
El arte de la pizza se vive en Ditaly

Esta es la premisa y filosofía que siguen para hacer cada una de sus pizzas, combinando el arte y la moda con la cocina. “En Ditaly queremos catalizar la sprezzatura italiana para llevar su impronta a la mesa con una pizza de calidad, que tú terminas de diseñar con los ingredientes escogidos una vez servida. Nos enfocamos en extraer el lado más ‘cool’ de la moda italiana para llevarlo a la gastronomía y plantear a nuestro comensal una experiencia única”, citan en su portal web.
Aquí, la masa se hace con mimos y cuidados. Al ser la base del preparado, usan ingredientes de primera calidad y la dejan fermentando por un mínimo de 48 horas para obtener mejores resultados. Luego se prepara en un horno especial, idéntico a los usados en Nápoles, que cocina la masa a 400 ºC por 60 segundos.
Sobre esta base usan una salsa elaborada con tomates de la D.O. San Marzo, traídos directamente de Italia. También trabajan con otros insumos “mozzarella, prosciutto San Daniele D.O.P., mortadella bologna I.G.P., salame napoli dolce, coppa piacentina, grana padano, gorgonzola y ricotta”.

Se pueden elegir tanto pizzas ya elaboradas, como la Marinara (tomate San Marzano, tomate cherry confitado, aceite de oliva virgen extra y albahaca). También se puede pedir solo una base de masa y salsa, para luego armarla con los ingredientes que se tengan a disposición. Así, la pizza se termina de crear en la mesa y luego se corta en porciones con una gran tijera.

Además de las pizzas hay antipastos y foccacias. Los amantes del dulce pueden pedir postres como el tiramisú, el helado de pistacho o su famosa tarta de queso.
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