La diáspora venezolana, con todo lo triste que pueda parecer, si algo bueno tiene es que ha propiciado respuestas eficientes y de buen hacer por parte de nuestros compatriotas. Esto, con las oportunidades que se les presentan en los lugares donde están.
Un claro ejemplo de ello es el de Genessi Pinto, una joven oriunda de El Tigre, estado Anzoátegui, que representa muy bien ese gentilicio y las ganas de superación.
Poco después de culminar sus estudios universitarios en relaciones industriales, como muchos otros millones abandonó el país en busca de un mejor futuro. Fue en 2017. ¿Su destino? Lima, la capital peruana, en donde actualmente reside.
En ese transitar consiguió trabajo en una pequeña tienda española, que le permitió adentrarse poco a poco en un mundo totalmente desconocido para ella: el de los quesos curados y los jamones. Consciente de sus limitaciones, Genessi sabía que debía adquirir conocimientos en la materia de forma rápida y de esa manera mantenerse.

“No tenía ninguna noción, porque en Venezuela tenemos una cultura más de quesos frescos. De una u otra forma, debía ganarme mi lugar en ese trabajo, ya que no tenía más para mantenerme. Así que aprendí a cortar jamón a cuchillo”, confiesa a Cocina y Vino.
Trabaja en Cheese Corner
En este primer empleo le tocó conocer de manera autodidacta, adentrándose cada día en el complejo mundo de los quesos. Hasta que otra nueva oportunidad se le presentó: Cheese Corner (su actual trabajo). Se trata de una exclusiva tienda especializada en quesos de granja y artesanales, ubicada en la avenida Santa Cruz 891, en el distrito limeño de Miraflores.
Allí está parte de la crema de la crema de los quesos franceses, españoles, italianos e ingleses, entre otros. Aparte de que cuenta con una completa selección de embutidos, pastas, aceites, arroces para risottos y vinos. Estos últimos de los mismos terruños que los quesos.
“Es lo mejor que me ha pasado. Cuando comencé me daba mucho miedo, no te lo voy a negar. Me topé con 110 variedades de quesos de toda Europa. Era la primera vez que veía tantos quesos juntos. Así que cada noche llegaba a casa y seleccionaba cinco diferentes. Leía sobre su historia, maridaje y características. Luego, al día siguiente, esos mismos quesos los probaba”.

De esa manera, ella poco a poco comenzó a crear un vínculo entre el queso y el cliente. “Pude entender que este alimento es un ser vivo en constante evolución, que debemos valorar y cuidar. Es un producto totalmente humilde que nos da la vida”, comenta.
Genessi, una apasionada de los quesos
Esta venezolana, de 27 años, lleva allí los últimos cuatros: rodeada entre grandes ruedas de quesos. Los hay duros, semi-duros, blandos, semi-blandos, curados, semi-curados, con corteza o sin ella, azules, de leche de vaca, de búfala, de cabra, de oveja. Es decir, que está en un verdadero paraíso quesero.
Escuchar a Genessi Pinto, sinceramente, es contagiarse de su buena vibra, de su pasión y también de su emotividad. Sus autorizadas palabras de cabal conocedora de la materia, traspasan el auricular telefónico.
“La quesería es mi hogar, es mi happy place (lugar feliz). Las personas siempre me dicen que hablo de quesos con mucha ilusión, que me brillan los ojos y hasta me lo creo. Mi objetivo cada día es que las personas que entran a la tienda se vayan con una experiencia, no sólo con un pedazo de queso, sino que sepan qué producto están llevando a su mesa”, expresa.

En este sentido, ella desea transmitirles a los clientes que existe un mundo más allá del queso industrializado. “El queso de granja está hecho con las manos, que en la misma granja se recolecta la leche que sirve para elaborarlos”.
En los World Cheese Awards en Gales
Sin duda alguna, formar parte de Cheese Corner le ha dado no sólo formación y aprendizaje, sino también la oportunidad de conocer gente experta en el mundo quesero. Por supuesto, esto le ha permitido a ella, a paso lento, pero seguro, ir convirtiéndose también en una referencia.
Gracias a sus conocimientos y buen hacer, ha sido invitada a ser jurado en los próximos premios mundiales del queso (World Cheese Awards), cuya edición 34 se realizará del 1 al 3 de noviembre, en Gales.
Esta es la primera vez que una venezolana es invitada a formar parte del panel de jueces. Estamos ante un evento que reúne a queseros, minoristas, expertos gastronómicos, compradores y consumidores de todo el mundo, para evaluar cientos de quesos de más de 40 países.

“Estoy muy feliz y ansiosa por asistir a este concurso internacional. Ser invitada a los World Cheese Awards es emocionante. Es como ‘el Oscar de los quesos’, que es organizado por The Guild Of Fine Food”.
Esta invitación es un reflejo de que el trabajo que ha venido haciendo Genessi Pinto comienza a dar sus frutos. Ha aprendido mucho de Carlos Yescas, un reconocido juez quesero mexicano. “Él es muy culto, lo admiro mucho y ha sido como un mentor estos años para que yo sea una mejor cheesemonger (especialista que vende quesos)”, manifiesta.
Una venezolana orgullosa de sí misma
-Me imagino debes estar llena de expectativas, ¿podrías compartir algunas?
–Sí, claro, ¡imagínate! Asistir al mundial de quesos es aprender muchísimo más. Es adquirir más conocimiento de otros jurados que tienen tiempo en esto. Es absorber toda esa experiencia que ellos me puedan transmitir. Es conocer más quesos, saber más de la parte sensorial, visual y gustativa. De cómo es que un queso está al 100%.
Del otro lado del teléfono se siente su felicidad cuando se le dice que debe estar orgullosa de sí misma. Tras unos segundos de silencio, seguidos de un suave suspiro, expresa: “Efectivamente, es así. El ser la primera venezolana en asistir como jurado, es ‘guaooo’. Es un orgullo para mí, para mi familia, para mis amigos, y por supuesto, para Venezuela”.

Igualmente, es emocionante escucharla decir: “Es una forma de crecimiento personal. Ya no voy a ser sólo la vendedora de quesos en Perú, sino la jueza de quesos en Perú, que es de nacionalidad venezolana”.
Su participación en los World Cheese Awards es, de igual manera, una forma para demostrarle al mundo que en Latinoamérica se hacen buenos quesos. “También que seamos muchos más cheesemonger. Que este es un oficio muy bonito, que hay que valorar, al igual que el producto, a la persona que te guía cuando vas a comprar un queso y no tienes idea de qué llevarte. Qué lindo es cuando una persona llega a su casa con varios tipos de queso y pueda decir ‘este es así y asao’. Creo que eso lo he logrado acá en Perú”.
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