Llegar a lo más alto de la industria gastronómica no solo requiere tener talento, sino también crear un equipo de nivel. Esto es algo que sabe a la perfección el suizo Andreas Caminada, quien entiende que ser un gran chef conlleva ser también un líder.
Caminada es líder de Schloss Schauenstein, un recinto que combina el concepto de restaurante y hotel en el pueblo de Fürstenau. Ahí, cuando apenas tenía 33 años, se convirtió en uno de los profesionales más jóvenes en lograr las tres estrellas Michelin. Hoy en día, con 46, aún posee dicha distinción, además de la estrella verde y el puesto 40 en la última lista de The World’s 50 Best Restaurants.
Con otros proyectos gastronómicos exitosos bajo su tutela, Andreas no solo se preocupa por su carrera, sino también por compartir sus saberes con las próximas generaciones de cocineros. Gracias a ello, Michelin lo reconoció en 2020 con el Mentor Award, dedicado a quienes “fomentan, educan y promueven la excelencia culinaria a medida que desarrollan jóvenes talentos“.
Soñar para lograr, la mentalidad de Andras Caminada

Para el suizo, “el talento es importante, pero también lo es la ambición”. Algo que lo llevó a tener no solo propuestas en su país, sino asimismo en naciones lejanas como Tailandia.
En sus palabras, la motivación principal es “hacer feliz a la gente” a través de la comida. Esto es algo que busca transmitir a su equipo en todas las áreas, así como perseguir un balance entre la comprensión y el dinamismo que implica el sector gastronómico.
“Tengo que ayudar. Si entra alguien que tiene 30 años y solo está hablando, hablando, hablando, creo que no está listo, pero si no lo ayudo ahora, a parar eso, quién lo va a hacer. ¿Qué va a aprender? Así que tengo que motivarlo y presionar mucho“, comentó el chef a la Guía Michelin.
Andreas Caminada lo tiene claro y cree que para ser un buen líder, solo hace falta ser “un buen tipo… Ser una influencia positiva y, a veces, establecer límites porque se quiere alcanzar una meta con el equipo: hacer felices a las personas. A veces tenemos personas que carecen de concentración. A veces hay que ser duro. Tienes que decir, ‘mira, no es lo suficientemente bueno, hazlo de nuevo’. Al final, es lindo trabajar juntos y dejarlos crecer, darles responsabilidad”, agrega.
Además, considera que es importante dejar que cada quien encuentre su voz y su estilo dentro del concepto del restaurante. “Necesitamos darles la oportunidad de mostrarnos a nosotros y a ellos mismos que pueden hacerlo mejor, que pueden asumir la responsabilidad sin que nosotros los controlemos. Una persona que tiene ambición puede hacer esto”, dijo el suizo.
También aprovechó para dar un consejo a los talentos emergentes sobre lo que se necesita para ser un chef que resalte: “La cortesía, creo, está en el fondo de todo. Una persona tiene que conectarse con la gente en la cocina y en esta sociedad. No tenemos espacio para lo contrario. Luego está la constancia, porque si quieres ser el mejor chef, tienes que dedicar tiempo a demostrar tus habilidades. Finalmente, la pasión”.
Por último, Andreas expresa que, si bien para muchos él está en lo más alto de su carrera, aún le falta mucho por alcanzar. En sus palabras, es un soñador que siempre estará buscando materializar sus ideas y seguir avanzando.
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