El dietista-nutricionista, tecnólogo alimentario, investigador y educador español Aitor Sánchez, editó Mi dieta ya no cojea (2018), libro en el que propone diez pasos para recuperar el control y conseguir buenos resultados.
La publicación de 272 páginas está dividida en tres niveles y un bonus track especial para “nutrifrikis”, donde aprenderá no solo a reorganizar su despensa o a leer etiquetas, sino que además descubrirá recetas muy útiles y consejos prácticos para ordenar el caos nutricional.
Los más atrevidos, además, tendrán la oportunidad, según afirmó, “de aprender cómo conseguir que sus necesidades nutricionales vayan de la mano de sus más profundas convicciones políticas, sociales y medioambientales”.
“Ha llegado el momento de dar un nuevo paso y ponernos manos a la obra. Y es que Mi dieta ya no cojea es mucho más que un libro, es una guía práctica con la que podremos armarnos de recursos para combatir las adversidades nutricionales que acechan en cada esquina y conseguir por fin llevar una dieta saludable”, destacó el autor.
Después de “desmontar los mitos y engaños más dañinos de la industria alimentaria” con su anterior libro Mi dieta cojea (2016), Sánchez expone en este nuevo las bases para comer sano y llevar una dieta saludable.
“No pasa nada si no desayunamos”
En unas declaraciones al diario de Barcelona, La Vanguardia, Aitor Sánchez aseguró que el desayuno no es la comida más importante del día. “Es secundaria. No pasa nada si no desayunamos, pero no es una opinión, es ciencia. Las comidas más importantes son el almuerzo y la cena”.
En ese sentido, precisó que “se dice que el desayuno es la comida más importante del día con la intención de dar la idea de que el comienzo del día es importante. Pero si perpetúas eso sin dar una buena alternativa de desayuno lo que consigues es que se mantenga el patrón actual de desayuno: galletas, cereales, bollería, cacaos azucarados. Es lo que toma el 80% de los chavales y con eso no vamos a ningún lado. El desayuno es la única ingesta en la que existen alimentos para el desayuno. Eso ya lo dice todo. Y no hay ninguna galleta de las que se venden que sea saludable”.
También le aseguró al diario que “no pasa nada si no tomas lácteos y tomas almendras, garbanzos o brócoli”, y recomienda que los alimentos que hay que dejar de consumir son “los embutidos, los dulces, la bollería, las bebidas alcohólicas y las harinas refinadas en general. Los productos ultraprocesados, básicamente”.
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