Aunque parezca una redundancia no lo es. Tenga siempre en cuenta que al comprar pescados y mariscos, la frescura es el factor más importante. Por lo tanto, compre los más frescos y utilícelos cuanto antes, preferiblemente el mismo día.
Ambos productos son fundamentales en varias culturas. Una de ellas es en Asia, donde en todos sus países tienen un papel estelar en la dieta, pues se dispone de ellos en abundancia y resultan muy saludables.
Los pescados y mariscos se pueden cocinar en el wok de distintas maneras: al vapor, fritos o salteados, aderezados con una amplia variedad de deliciosas especias y salsas.
En Japón es famoso el sashimi o pescado crudo, pero éste es sólo uno de los muchos platos con este alimento. Tanto es así, que los pescados y mariscos aparecen en todas las comidas japonesas, muchas veces preparados con el wok, un elemento imprescindible en la cocina oriental.
Ahora bien, ambos son muy sanos, pero si los llega a consumir y no están frescos, pueden llegar a ser peligrosos: como mínimo una intoxicación. Así que es importante identificar si lo están o no, de manera que los pueda disfrutar sin problema alguno.
Cómo saber que están frescos
Por ejemplo, tenga presente estas recomendaciones que le pueden ser de utilidad para identificar que el pescado está fresco. Lo primero es percatarse de cómo están los ojos. Los mismos deben estar hacia fuera, verse esféricos y las pupilas estar brillantes y negras.
Luego, fijarse en la piel, que mantenga un tono ligero a tornasol y que sea brillante. Al tocarlo debe ser un tanto resbaloso, con un poco de mucosidad transparente que le quede en sus dedos.
El olor es también un indicativo en los pescados y mariscos. Obviamente, si huele mal es porque no están frescos.
En el caso de los mariscos, es más complejo, porque todo dependerá de cada especie. Eso sí, lo importante es que los crustáceos tengan el caparazón fresco, huelan bien y la cabeza tenga un color un tanto translúcido.
Si son moluscos, podrá identificar si están frescos en la concha. Estas deben estar cerradas y en caso que estén un tanto abiertas, deben ser fáciles de cerrar nuevamente. Si están muy abiertas no se las lleve.
En caso que sea pulpo, su carne debe ser rosada, blanca, resbaladiza y firme.
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