Los camarones son unos de los crustáceos más deliciosos y consumidos. Son una especie versátil que puede sobrevivir tanto en agua salada como dulce. Y al igual que los peces, viajan, crían y comen.
Es un alimento bajo en calorías y lleno de vitaminas A, B6, B12 y E. También de minerales como el calcio, selenio, sodio, fósforo, hierro y potasio, entre otros.
Limpiar los camarones es fundamental antes de cocinarlos. Ese proceso es bastante sencillo y fácil. Al comprarlos, debe tener en cuenta que la frescura es un factor importante.
Lo primero que debe hacer es lavarlos con agua. Para mantener una textura correcta, lo recomendable al limpiar los camarones es sacarles con cuidado la corteza o cáscara que los rodea. Así evitaremos trazas de elementos duros que pueden ser incómodos al masticar. Sin embargo, hay cocineros que les dejan el caparazón.
Lo mismo ocurre con la cabeza, que también es de textura dura y correosa. Hay quienes se la dejan y la cocinan por aquello que le da un sabor adicional. Hay estudios que señalan que han encontrado trazas con algunos elementos perjudiciales para la salud, como el cadmio o los sulfitos.
Sacar la tripa

Otro aspecto fundamental a tener en cuenta con los camarones es la línea negra que está en el lomo, que no es más que la tripa, es decir, donde se depositan las heces. Si no la retira al limpiarlo, indudablemente cambiará el sabor de su preparación, haciendo que se torne un tanto amargo. Hasta donde se sabe, nuestro cuerpo no sufre daño en caso que se consuma esta vena, pero sí será desagradable en boca.
Así que lo recomendable es mantener la higiene y quitársela para no pasar un mal momento. Para hacerlo, debe introducir la punta de un cuchillo o palillo por debajo de esa línea negra y jalar hacia arriba. Saldrá sin problemas. Luego, lavarlos nuevamente en agua.
Estos pasos para limpiar y pelar los camarones son esenciales antes de preparar su receta.
También le puede interesar: Los mariscos, apreciables “tesoros” marinos