Las verduras son las hortalizas que se caracterizan por el color verde, extendiéndose a aquellas plantas herbáceas que tienen partes comestibles. Aparte, son alimentos ricos en nutrientes, minerales, celulosa y vitaminas esenciales para la salud.
Hay algunas verduras que son muy delicadas, de hecho, pueden perder textura, sabor e incluso, pueden estropearse a bajas temperaturas. Por lo que es aconsejable conservarlas bien. Hay algunas que pueden guardarse en el congelador y prolongar así su consumo.
Y no nos referimos a aquellas que se pueden comer en crudo, como por ejemplo, la lechuga. Sino aquellas que se pueden escaldar o cocinar previamente. Esas que se pueden guardar en envases herméticos o bolsas para tal fin, y que no se van a echar a perder al tener contacto con el frío.
El calabacín, la berenjena, el brócoli y la coliflor, son cuatro verduras que se pueden congelar perfectamente. Eso sí, hay que escaldarlas antes, para que se conserven por meses.
Escaldar las verduras

Las verduras hay que introducirlas en agua caliente, sin sal. Luego, al retirarlas, inmediatamente hay que colocarlas en agua fría. Este proceso permitirá cortar la cocción.
Tenga presente que después debe secarlas bien -antes de llevarlas al congelador- para evitar no sólo que se rompan, sino que se cristalicen y se les forme una capa de hielo.
En el caso del calabacín, dado su textura blanda, lo recomendable es escaldarla un minuto a lo mucho. También dependiendo de su tamaño y forma que se corte, en dos, troceado o láminas.
Con respecto a la berenjena, es ideal que al agua caliente le eche unas gotas de limón para evitar que se ennegrezca. Las puede cortar en rodajas o láminas y las deja en el agua no más de dos minutos, previo a cortar la cocción.
Para escaldar el brócoli, lo aconsejable es que sea entre 2 y 3 minutos, mismo tiempo que requiere la coliflor.
Espinacas y acelgas

Ahora bien, hay verduras de hojas verdes que se pueden congelar, siempre y cuando estén previamente cocidas, para evitar que se echen a perder. Tal es el caso de las espinacas y acelgas.
Lo primero es lavarlas bien, para quitarles cualquier residuo o tierra que puedan tener. Luego las puede sumergir en el agua caliente también entre 2 y 3 minutos. Para cortar luego la cocción, de manera rápida, le puede agregar hielos al agua fría.
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