Las alcachofas son una planta con muchísimas propiedades alimenticias, rica en sodio, potasio, fósforo, calcio, magnesio, hierro, así como diversas vitaminas, entre las que destacan B1, B3 y la C.
Es un alimento fresco, de temporada, rico y saludable, que debemos incluir en nuestra dieta. Tiene menos de 1% de grasa y poca cantidad de hidratos por lo que su valor calórico es muy bajo. Puede ser acompañante de varios platos y se puede comer grillada, rostizada, gratinada, salteada, frita.
Por lo general, evitamos limpiarla porque parecía complicado, pero no lo es. Siga estos consejos y disfrútela.
En cinco pasos
- Cortar el tallo dejando un centímetro aproximadamente.
- Retirar cualquier hoja dura u oscura que tenga en la base.
- Cortar un centímetro y medio del tope de las hojas con un cuchillo, dejándolo completamente plano.
- Con una tijera cortar la punta de cada hoja restante, de manera que todas queden rectas.
- Picar la alcachofa por la mitad y con una cuchara retira todos los pelitos y hojas moradas.
Si se quiere utilizar solo el corazón, cortar el resto de las hojas y listo.
Tenga en cuenta
Por más que las alcachofas estén limpias, cuando haya terminado con la última, la primera se habrá puesto negra. Para evitar que esto ocurra, simplemente tenga un bol con abundante agua, échele jugo y cáscaras de limón, y unas ramitas de perejil. A medida que las vaya limpiando, introdúzcalas en el agua y problema resuelto.
Otro aspecto a considerar, es que probablemente tenga las manos manchadas, sobre todo, los dedos. Posiblemente, si lava las manos con jabón habitual no salgan. Si es así, no se desespere, corte por la mitad un limón y frótese con él. En caso de que persista la mancha en los dedos y uñas, tome un bol, le agrega unas tres o cuatro cucharadas de azúcar, riega jugo de limón, y luego, frote sus dedos. El azúcar hará el mismo efecto que un exfoliante.
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