La comida enlatada es uno de los métodos para conservar los alimentos. Esta modalidad data del siglo XVIII y es muy popular en todo el mundo, porque puede almacenarse durante mucho tiempo sin que interfiera en su calidad. Es decir, no altera su estructura o su sabor.
Una amplia variedad de productos alimenticios son aptos para su consumo, siempre y cuando estén sellados de manera hermética. Por supuesto, han pasado por un proceso que ha eliminado todos los gérmenes patógenos, para así prolongar su vida útil.
Hay ciertos errores que se suelen cometer con muchísima frecuencia, una vez que compramos estos alimentos.
Uno de ellos es no percatarse de las condiciones de la lata. Por lo general, solemos tomar la comida enlatada del anaquel y ya. Pues no, siempre debemos constatar que la lata no tenga abolladuras, no esté abombada ni mucho menos oxidada.
También solemos almacenarla en cualquier lugar. Debe tenerse en cuenta en todo momento que la comida enlatada debe colocarse en un lugar fresco y seco, a temperatura ambiente. Por nada del mundo la exponga al sol ni a sitios calientes. Tampoco debe congelarse.
Otro de los errores comunes que solemos cometer es no lavar la lata al guardarla o antes de usarla. Por más que esté sellada, sepa usted que antes de adquirirla la misma ha pasado por diferentes lugares. No sabemos si en las bodegas donde estuvo había roedores e insectos. Así que la recomendación de ahora en adelante es lavar los envases con agua y jabón.
Otros errores con la comida enlatada

Una vez abierta la lata, su durabilidad se reduce. Así que evite guardar los enlatados abiertos en la nevera. Esta es una práctica frecuente que suele alterar la calidad de los alimentos.
Es común en algunas personas que al destapar una comida enlatada que ha sido procesada en aceite, sea atún o sardina, entre otros, lo vierta por el fregadero. Este es un detalle incorrecto. El aceite puede obstruir el sumidero y contaminar el agua. Así que lo mejor será echarlo en una botella de reciclar y taparla, o en una bolsa plástica de basura resistente.
También es usual que al abrir una lata no se retire todo el alimento que está en su interior. Aparte de vaciarla por completo, es importante que antes de echar la lata en la basura, la enjuague con suficiente agua. De esta manera evitará atraer insectos u otro tipo de animales.
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