Es de sabios celebrar la voluntad de los cocineros hogareños de preparar en casa los alimentos que gustan a la familia. Buscar la fórmula de emular los productos famosos con ingredientes caseros es una intención admirable, pero a veces hay que dejarse de cuentos.
Por mucho que se intente copiar salsas, galletas u otras golosinas en el hogar, hay algunas comidas que, sencillamente, nunca serán tan perfectas como su versión comercial. Sin ánimos de hacer publicidad o menospreciar el talento de los cocineros, hay que reconocer que cuando algo está bien hecho, y es accesible, no tiene caso buscar imitaciones.
Entre los principales productos que es mejor comprar están los siguientes:
Kétchup
La kétchup o cátsup o salsa de tomate es una de las tantas preparaciones cuya versión embotellada es indudablemente preferible que cualquiera artesanal. Tanto para los verdaderos amantes de esta salsa como para los simples comelones, nunca es agradable encontrarse con un platillo como papas fritas, hamburguesas o perros calientes con una salsa de tomate que no sepa a la original. El balance ácido, dulce y salado que tiene este artículo envasado es sencillamente inigualable.
Helados de sándwich
Si bien desde el lugar donde se reside se consiguen exquisitos postres con galletas y helados, incluso más sabrosos que el helado de sándwich, el que se adquiere en los establecimientos no tiene comparación.
Marshmallows
Aquí no hay nada que discutir. Los marshmallows o malvaviscos de paquete son excepcionales. Se pueden hacer, pero jamás tendrán la misma forma y textura que los fabricados a gran escala. Los caseros tienden a ser más gomosos y menos compactos.
Chips
Cocinar chucherías es cosa difícil. Los chips de plátano o papas no quedan nada mal, pero es cierto que los empaquetados gozan de características que destacan. Una de ellas es el sabor que, si bien algunos son artificiales, resultan deliciosos. Eso sí, siempre hay que tener claro que consumir de estas golosinas en exceso puede ocasionar problemas de salud. Por eso las ediciones hogareñas son más saludables.
Galletas saladas
En cuanto a las galletas de soda o saladas realmente tiene poco sentido elaborarlas en el domicilio. Son buenas, sanas y accesibles en su versión comercial, entonces, para qué malgastar tiempo e ingredientes haciéndolas.
Pudines y yogures
Los pequeñitos envases de pudín que venden en los supermercados son sencillamente únicos. Hechos artesanalmente pueden quedar muy bien, pero los comerciales gozan de un no sé qué difícil de imitar. La textura, la cremosidad y el sabor, todo asequible y sin tener que ensuciar, tratando de hacer algo parecido.
Masa de pizzas
Ojo, no hay nada de malo en preparar la masa desde la propia morada. Incluso son mejores, sin conservantes y aprendiendo el arte de la pastelería. Sin embargo, las congeladas son de buena calidad y fáciles de confeccionar. Igualmente, ahorran todo el proceso de amasado, fermentación y la posterior limpieza del lugar. Lo mismo pasa con los hojaldres y demás mezclas prefabricadas.
Así que, sea usted quien decida si elige estos productos como son desde el supermercado o como le quedan en casa.
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