Una gastronomía fabulosa en cualquiera de sus preparaciones. El recetario español posee una amplia variedad capaz de satisfacer al más exigente. En cuanto a sus postres, no son la excepción. Dulces que han traspasado fronteras hasta incluso hacerse comunes en otros países.
La gran migración del siglo pasado llevó estos gustos a varias naciones, en su mayoría de América. Estos sabores varían según su región de origen. Cada esquina del país europeo goza de ricos bocados para satisfacer los antojos de las tardes.
Ricos postres con toque ibérico
Crema Catalana
Propia de la conocida región que le otorga su nombre, donde también se le conoce como crema quemada. Es considerada uno de los postres más antiguos de Europa dentro de su categoría.
Es crema pastelera a base de yema de huevo y nata que se acompaña con azúcar caramelizada. El caramelo en la superficie le aporta una ligera textura crujiente. En algunos hogares la crema se espesa con almidón y puede incluir ciertas especias.
Antes se solía comer con abundacia durante la celebración del día de san José o día del padre. Sin embargo, ahora es muy normal verla todo el año.
Arroz con leche
A pesar de que se ha confirmado históricamente que viene de Asia, la influencia española lo trasladó a muchos países. Hoy en día el arroz con leche es típico en casi toda América Latina.
Su elaboración es sencilla, el cereal se cuece en leche con azúcar, canela y vainilla. Algunos añaden huevo, harina o nata para espesarlo.
Sobao pasiego
De la zona de los Valles Pasiegos a toda España. Es un bizcocho elaborado con azúcar, mantequilla, harina de trigo, huevos, sal, limón rallado, un poco de levadura. Si se desea, se puede agregar una cucharada de ron o anís. Son tan populares que incluso se hacen de manera industrializada. Sin embargo, es imposible catalogarlos de “pasiego” si no fue hecho en su región originaria.
Los Valles también pueden presumir de la quesada. Es leche cuajada acompañada de mantequilla y harina de trigo, huevos y azúcar.
Torrija
Muy popular durante la Cuaresma y la Semana Santa. Tradicionalmente, consiste en una rebanada de pan de varios días que se empapa en leche o vino. Posteriormente, se reboza en huevo y se fríe en aceite caliente. Se suele endulzar con miel, melaza, mermelada, azúcar y canela. Es muy comparada con la conocida tostada francesa.
Posee variantes dentro de España, desde la masa utilizada para preparla o los endulzantes a usar. También se prepara comúnmente en Argentina, Uruguay, Honduras, México y El Salvador. En Venezuela se hace algo muy similar con el nombre de torrejas, que son discos de harina de trigo con azúcar.
Flan
Otro de los postres que conquistó muchas naciones. Es considerado un clásico en la gastronomía ibérica. Se prepara cociendo huevos, leche y azúcar en baño María. Se aceptan añadidos como canela, ralladura de limón o cualquier otro insumo.
Ensaimada
Típica de la isla de Mallorca, dicen que nadie puede visitarla sin darle un bocado. Es un producto de repostería que remonta su historia al siglo XVII. Se hace con harina, agua, azúcar, huevos, masa madre y manteca de cerdo. Es clave que la masa se encuentre fermentada para darle el sabor ideal.
Con el tiempo se ha empezado a rellenar con cabello de ángel, chocolate o crema pastelera.
Natillas
Una receta que sobrevivió desde la antigua Roma hasta ser muy amada en toda España. Una preparación cremosa a base de leche, yemas de huevo y azúcar. Puede llevar otros agregados como queso fresco, limón, galleta, caramelo, chocolate o coco rallado.
No todo son paellas, gazpachos o tortillas. Los amantes de estos gustos podrán gozar de dulces mordiscos sin problema alguno.
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