Si bien son conocidos por su pasión por las carnes y las brasas, su gastronomía va mucho más allá. Los postres argentinos son un deleite para los locales, por lo que hay que tenerlos en cuenta en caso de turistear por la nación sureña.
Ricos no solo en sabor, sino también en historia, las preparaciones de Argentina tienen influencias de múltiples culturas. Además de su identidad latina, la herencia de españoles e italianos ha moldeado su manera de disfrutar las recetas dulces.
Aquí, un vistazo a algunas de las opciones favoritas para endulzar la vida que destacan en la cocina argentina.
Alfajores, el más representativo de los postres argentinos

Sin dudas, uno de los preparados más representativos. Las dos galletas unidas por algún relleno, que incluso pueden estar bañadas en chocolate se encuentran en cualquier rincón del país. Los hay en una gran cantidad de versiones, por lo que se pueden probar y probar para escoger el mejor.
De raíces españolas este postre es disfrutado, según varios registros, desde los tiempos coloniales, manteniéndose firme como un clásico por décadas.
El infaltable dulce de leche

Si hay algo que no puede faltar a la hora de disfrutar cualquier postre, es el dulce de leche. La relación de los argentinos con este preparado también es muy antigua, por lo que forma parte de su día a día y de su identidad gastronómica.
Es usado para rellenar todo tipo de preparaciones, entre las que destacan los mencionados alfajores.
Una rica pasta frola

Otra preparación influenciada por la gran presencia de inmigrantes europeos. Se le atribuye su origen a los italianos o los suizos, teniendo la primera versión más aceptación. La pasta frola es un tipo de tarta cuyo relleno más tradicional es el dulce de membrillo o, aunque menos común, de batata. Sin embargo, hoy en día hay versiones que pueden lucir otro sabores, como chocolate o dulce de leche.
Helados para refrescarse

Quizás la gastronomía argentina sea la que más pasión sienta por los helados en toda Sudamérica. En casi cualquier punto de la capital, Buenos Aires, hay un local en donde se pueden gozar frías creaciones.
Aunque gran parte de esto se debe a la influencia italiana durante el siglo XX, hay evidencias que desde el siglo XIX ya se preparaban helados con nieve natural en la región de Mendoza, famosa por su buen vino Malbec.
La tradición del pastelito criollo

Los pastelitos criollos o simplemente pastelitos son uno de los postres argentinos que también se pueden encontrar en Paraguay y Uruguay. Su forma puede asemejarse a una rosa y se preparan fritos o al horno, de lo cual depende si serán crocantes o no.
Populares para celebrar las fiestas patrias en honor a la independencia, entre sus rellenos pueden estar el dulce de membrilo, de leche o de batata.
Postre Balcarce, una tentación imperdible

Creado por el pastelero Guillermo Talou en la década de 1950 en la repostería París de la ciudad de Balcarce, hoy en día es muy conocido de norte a sur en el país.
Aunque en sus inicios este bizcocho con merengue y dulce de leche era bautizado como “Imperial”, cuando comenzó a disfrutarse en otros lugares se le denominó “postre Balcarce” o “torta Balcarce” en honor a su punto de origen.
La combinación de sabores del vigilante

Vigilante es una preparación sencilla que consta de solo dos elementos: queso y dulce de algún tipo, normalmente de guayaba o membrillo. Se dice que su nombre proviene de que los “vigilantes” (como se le llamaba a los policías en 1920) eran fanáticos de este postre.
Torta rogel, otra delicia entre postres argentinos

No se sabe con exactitud de dónde surgió esta receta, que consta de capas de masa hojaldrada o galletas tipo alfajor con dulce de leche y coronadas con merengue. Mientras algunos dicen que fue ideada por una pareja de Belgrano, de la cual la mujer se llamaba Rogelia, otros creen que fue una familia del sector de Villa Crespo que se inspiró en una preparación neerlandesa.
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