Cuando se excede, reducir la sal de una preparación puede ser una de las cosas más complicadas que hay en la cocina. Para salvar un plato, varios son los “remedios” que se aconsejan, y son las papas uno de los más recomendados. ¿Realmente sirven para esta tarea?
El periodista gastronómico Ricardo Meggiato explica que “mucho se ha dicho y escrito en términos científicos sobre cómo eliminar o al menos paliar el problema y ni que decir tiene que se han ideado numerosos remedios caseros que pretenden neutralizar un plato excesivamente salado”.
Meggiato indica que muchas veces no se explica realmente cómo actúa el insumo “salvador” para resolver esta crisis gastronómica. En el caso de las papas, se dice que estas absorben la sal de caldos y sopas, por lo que, en teoría, son ideales para rescatar una de estas preparaciones.
¿Reducir la sal con papas? Sí o no
“Una de las soluciones más extendidas es la de añadir una patata al plato, ya sea entera o cortada en trozos (según quien explique el método, muchas veces respaldado por nociones pseudocientíficas dignas de una película de ciencia ficción). Según esta teoría, la patata absorbe el exceso de sal como una esponja, permitiéndote recuperar lo que de otro modo iría a parar a la basura”, explica Remaggiato.
El periodista se dio a la tarea de desmentir este mito gastronómico, que asegura es de los más populares. Por lo que sugiere que no hay mayor prueba que intentar replicarlo en casa. “Añade una patata a una sopa muy salada y… la sopa seguirá estando salada pero, en todo caso, ahora tendrás una patata hervida muy sabrosa”, dice.
Para reducir la sal, se sugieren varios consejos. En primer lugar, tener en cuenta el contenido de este condimento que puedan tener los ingredientes que componen el plato. Si se trata de, por ejemplo, pescados que han sido salados, lavarlos bien para evitar que esto influya en el resultado. Asimismo, insumos como los quesos pueden aportar una gran salinidad, algo que se debe prever.
Por otro lado, recomienda aumentar las proporciones. Añadiendo agua o leche se puede ver disminuida la potencia de la sal. “Es posible que también deba aumentar las proporciones de los otros ingredientes sólidos para evitar que su plato se vuelva demasiado delgado, pero bueno, en el peor de los casos, terminará con sopa sobrante. Tal vez debería duplicar la receta mientras lo hace, invitar a todos sus vecinos y transformar una tragedia en una fiesta”, comenta Ricardo.
Otra solución puede ser adicionar un elemento dulce que equilibre las sensaciones. Mientras, otra opción está en los sabores cítricos, como el juego de limón o el vinagre, que ayudan a “ocultar” sabores salados.
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