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Mantequilla avellanada, la salsa de un solo ingrediente

¿Alguna vez ha sentido la necesidad de incorporarle algo que le de un toque diferente a su comida? Cuando una preparación está demasiado seca o insípida, ¿no piensa que con una salsa podría darle un giro total a su plato? La solución a esas sensaciones siempre ha estado en su refrigerador.

No hay excusas. Este elemento no necesita muchos ingredientes ni demasiados utensilios sucios, ni cortadas ni mayores complicaciones. Solo amerita tres cosas: mantequilla, una olla y un removedor. Con tan simples ítems, usted puede obtener una de las formas más nobles y deliciosas de este producto lácteo. Se trata de la mantequilla avellanada, cuyo nombre le hará pensar que es prima hermana de la mantequilla de maní, pero siga leyendo y descubrirá que no está cerca de serlo.

Se le conoce como mantequilla avellanada por su nombre en francés “Beurre noisette”, lo que literalmente significa mantequilla de avellana en castellano. Esto se debe a que al cocinar la mantequilla bajo los parámetros de esta preparación se obtiene un aroma a avellanas y frutos secos bastante particular, además de un notable color marrón similar al del caramelo.

La técnica de avellanar la mantequilla consiste en ponerla a cocinar en una olla a muy bajas temperaturas, removiendo constantemente para evitar que se queme. Este proceso hace que el agua de la mantequilla se evapore y los residuos de grasa se quemen ligeramente para obtener ese tenue aroma a avellanas.

De esta forma puede funcionar como una salsa para pastas, pescados, carnes, vegetales y hasta postres. Su sabor se adapta a prácticamente cualquier preparación. No necesita de ningún otro ingrediente, pero se puede jugar con otros alimentos para hacerla aún más interesante.

Si se va a emplear para hacer galletas o tortas, lo mejor es usar mantequilla sin sal, pero si se precisa para un platillo salado, no hay ningún problema en emplear la salada.

Eso sí, debe ser 100% mantequilla y no margarina. Es importante recordar que la primera es un producto derivado de la leche y la segunda es a base de aceite vegetal.

mantequilla avellanada
Vía chut-je-cuisine.com

Recomendaciones

El portal Epicurious especifica cuatro pasos a seguir para obtener la mejor mantequilla clarificada sin mayores dificultades:

El primero es hacerla en una olla de color claro. Puede ser de acero inoxidable o cerámica, pero lo que importa es que el interior del utensilio permita observar la coloración de la mantequilla. Al igual que el caramelo, este alimento precisa de sumo cuidado de los tiempos, pues si no se retira del fuego en el momento oportuno, puede quemarse fácilmente.

El segundo es tener los alimentos acompañantes totalmente listos y calientes, para evitar que la mantequilla avellanada repose demasiado y termine amargándose por el calor restante. Así podría perder ese sabor a avellanas que se está buscando.

La siguiente recomendación es la de remover ocasionalmente para que los residuos sólidos se cocinen uniformemente y evitar el riesgo de quemar la preparación. Por último, esta web recomienda experimentar con otras hierbas, como tomillo, estragón y romero, para darle sabores interesantes.

Una vez que la pruebe, seguramente querrá repetirla una y otra vez. Será mejor que compre más mantequilla la próxima vez que visite el supermercado.

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