Las almejas son un tipo de marisco bivalvo del que se conocen distintas variedades en el Atlántico y en el Mediterráneo, donde puede recibir distintos nombres.
Su cuerpo está protegido por finas estrías que marcan su concha abombada, que puede soportar temperaturas de 5 a 35°C. Incluso, la baja mar y los cambios de salinidad.
Las almejas no tienen cerebro ni ojos, pero sí corazón, boca, recto y su sistema circulatorio es abierto. Esto se traduce a que sus órganos están rodeados de sangre y agua que contiene los nutrientes y oxígeno. Se alimenta de pequeños seres vivos mediante la filtración de agua.
Este alimento lo puede comer crudo o relleno, o en distintos platos: gratinados, sopas, guisos, arroces o con pasta. Son de gran valor nutricional, ya que tienen bajo contenido calórico y aportan proteínas y vitaminas (sobre todo del grupo B). También poseen minerales como potasio, hierro, calcio, zinc y selenio.
Sin duda, estamos ante una joya gastronómica, que contiene sustancias que ayudan a evitar anemias y generar glóbulos rojos. Y a pesar de ser muy ricas en nutrientes, con un sabor exquisito, debe consumirlas moderadamente. Porque sí, las almejas son un alimento que aporta colesterol.
Las almejas, dos platos para disfrutarlas
En los espaguetis a la vongole, las almejas son el ingrediente estrella de este plato, pero también es fundamental que la salsa resulte suave. En caso que tenga sólo tomates en conserva, tritúrelos con una batidora o páselos por un tamiz antes de incorporarlos.
Ahora bien, este plato es delicioso, aunque hay que decirlo, no es muy elegante que se diga. Así que conviene atarse la servilleta al cuello y usar los dedos para disfrutar al máximo y saborear las almejas. Esta preparación rinde para cuatro comensales.
A la vongole

Ingredientes
- 1 kilo de almejas pequeñas
- 500 ml de passata de tomate
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo bien picados
- Una ramita de romero
- ½ cucharadita de azúcar
- 300 g de pasta seca, puede ser espagueti o linguini
- 2 cucharadas de perejil fresco picado
- Sal y pimienta negra recién molida
Preparación
- Caliente el aceite de una olla, añada el ajo y el romero, y sofríalo durante 2 minutos. Agregue la passata y el azúcar, y salpimiente al gusto. Llévelo a ebullición, tápelo y déjelo hervir a fuego lento durante 30 minutos. Retírelo del fuego y deseche la ramita de romero.
- Llene de agua una olla grande y llévela a ebullición. Agregue una pizca de sal. Eche la pasta y cuézala hasta que esté al dente.
- Mientras se cuece la pasta, coloque las almejas con 2 cucharadas de agua en otra olla grande. Tápelo y cuézalas a fuego medio durante 4 o 5 minutos, agitando la olla de vez en cuando, hasta que se abran todas las valvas. Deseche las que hayan quedado cerradas.
- Cuele el jugo de cocción de las almejas por un tamiz para quitarle la arena y añádalo a la olla con el tomate. Cuando las almejas se hayan enfriado un poco, retire la mitad de sus valvas y deseche las vacías. Incorpore todas las almejas a la salsa de tomate y cuézala durante 3 o 4 minutos.
- Escurra la pasta y devuélvala a la olla caliente. Agregue las almejas y el perejil, remueva bien y sírvala.
Almejas rellenas

Esta receta es muy sencilla y rápida de preparar. Alcanza para cuatro raciones.
Ingredientes
- 2 docenas de almejas
- 4 dientes de ajo
- 1 chalota
- 1 ramillete de perejil
- 12 g de mantequilla
- Pan rallado
- Sal y pimienta
Preparación
- Pele y pique finamente los ajos y la chalota. Pique muy fino el perejil. Ponga la mantequilla a trozos en una tarrina y mézclela con los ajos, la chalota y el perejil. Sazónela con sal y pimienta y conserve la mezcla en frío.
- Lave y limpie las almejas con un cepillo. Póngalas en una olla grande y deje que se abran a fuego vivo. Después retírelas de la olla.
- Retire la valva vacía de cada almeja, desechándola, y coloque las almejas en 2 fuentes de horno. Rellene cada concha poniendo un poco de la mezcla de mantequilla encima de la almeja y espolvoréela con pan rallado.
- Introduzca las fuentes en el horno, con el gratinador encendido, durante 3 o 4 minutos, y sírvalas en cuanto la mantequilla esté derretida y empiece a saltar.
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