El kamado es un artefacto milenario creado en Japón hace más de 2.500 años. Se trata de una suerte de horno, también parrilla, salamandra y ahumadero, todo en uno, que brinda la posibilidad de cocinar sin humo.
Originalmente, estaba hecho de barro cocido, hoy se fabrica con cerámica y algunos de sus herrajes son de acero inoxidable. El sistema de cocción consiste en un calor envolvente que cauteriza y dora las carnes reteniendo la totalidad de jugos, colores y sabores. La temperatura se controla como una salamandra, regulando una ventilación inferior.
Los primeros hornos kamado no eran tan duraderos como ahora. Expuestos a la intemperie y sometidos a altas temperaturas, esas versiones de barro se agrietaban fácilmente. En el último par de décadas, los fabricantes han introducido materiales de construcción más fuertes y con posibilidad de mejor aislamiento, que pueden superar los 900 grados y mantener el calor durante más de 12 horas.
El arte de asar, ahumar y cocinar
La clave del kamado es su capacidad de aislamiento térmico. Esto no solo requiere menos calor total para la cocción, sino que también permite cocinar a temperaturas más altas o a temperaturas muy bajas, por un tiempo significativamente más largo.
Para la combustión se utiliza carbón o briquetas, y para ahumar se puede usar romero, laurel o astillas de madera de árboles frutales. Fácilmente, este horno se convierte en un aliado en grandes ciudades, ya que debido a su poca emanación de humo es ideal para patios, galerías, cocinas y balcones.
También te puede interesar: Eto, curiosa botella que conserva el vino durante 12 días