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Heladerías madrileñas con la calidad de la Guía Repsol

Para quienes buscan opciones gastronómicas con una buena relación entre calidad y precio, la Guía Repsol tiene algunas recomendaciones. Varias son las heladerías madrileñas con la distinción de soletes de la publicación que merecen una visita para refrescarse durante el verano.

Los soletes son reconocimientos a locales de corte más informal, como chiringuitos, terrazas, sitios para tapear, hamburgueserías, pizzerías, heladerías y más. En la más reciente edición, hasta 24 negocios dedicados a la elaboración y venta de helados lograron tal distinción.

En Madrid hay propuestas con el visto bueno tanto de los consumidores como de los especialistas de la Guía Repsol. Aquí un vistazo a algunas de ellas para disfrutar de sus sabores congelados.

Un paseo de sabores por las heladerías madrileñas

Zúccaru

Heladerías madrileñas - Zùccaru
Se inspiran e la tradición italiana, específicamente la de Sicilia / Foto: GuíaRepsol.com

Un punto de la capital que se inspira en las gelaterías de la isla de Sicilia. “Zúccaru rinde culto a lo mejor de la tradición heladera siciliana. Nuestro helado 100% natural está fabricado con los mejores ingredientes seleccionados por nuestros expertos maestros heladeros” explican en su web.

Aquí no se usan ni “colorantes, aromas artificiales o grasas saturadas”. Siempre se busca que todo sea lo más natural posible, aprvechando las bondades de la leche obtenida con métodos sostenibles.

Su forma de trabajar hace que cada visita siempre sea una nueva experiencia, ya que todo es artesanal y con productos de temporada. “En nuestra heladería muy a menudo vas a ver que los sabores cambian, queremos ofrecerte sabores de temporada, respetando el ciclo natural de la fruta… el sabor fresa en verano y el de pera en invierno para disfrutar de sus colores naturales y de sus sabores mas dulces”, agregan en su web.

En su oferta tienen helados cremosos como el de vainilla de madagascar, el de café, el de turrón de Jijona, dulce de leche y de pistacho de Bronte D.O.P. A su vez, hay sorbetes frutales de coco, fresa, limón, mango brasileño y el más famoso, el Zúccaru (limón, albahaca, manzana verde y apio). Los precios van de 9 a doce euros.

Están ubicados en la Calle palafox, cerca de la Plaza de Olavide y ofrecen otros postres de inspiración italiana, los cuales van de maravilla con sus helados y sorbetes.

Heladería N2Lab

Heladerías madrileñas - N2Lab
Aquí, lo helados se hacen en vivo con nitrógeno líquido / Foto: GuíaRepsol.com

Una de las heladerías madrileñas más instagrameables según la Guía Repsol. Esto, gracias a que es un proyecto que se sale de lo convencional y, como su nombre lo indica, tiene aspecto de laboratorio en todo sentido.

“Su mostrador no exhibe helados de llamativos colores y sabores inimagibles, sino más bien nubes de humo y una tabla periódica convertida en carta. Solo hace falta elegir un sabor y esperar a que el nitrógeno líquido haga su función. El helado se hace al momento, frente a ti, a -196 ºC. Ya solo te queda elegir los toppings”, cita la publicación gastronómica.

Su concepto hace honor a la ciencia, por lo que hay diferentes elementos como probetas, matraces, tubos de ensayo y pipetas, además, su personal atiende en batas de laboratorio.

Todos los helados se elaboran en vivo, algo que es todo un espectáculo para el visitante. Además, al ser preparados en el momento en que se piden, está la posibilidad de personalizar la combinación de sabores y agregar uno de sus 20 acompañantes como frutos secos, galletas o malvaviscos.

Otro de sus éxitos son las bolas de dragón, elaboradas con harina de maíz que retiene en su interior el nitrógeno líquido en su interior. Al morderlas, expulsan este gas de forma que parece el humo de una de estas criaturas mitológicas.

Sani Sapori

Heladerías madrileñas - Sani Sapori
El fuerte de este negocio son los helados saludables / Foto: GuíaRepsol.com

Perfecto para los que buscan una alternativa más saludable o con consideración para los veganos. Una de las heladerías madrileñas que cree en la calidad y origen de los insumos, principalmente de los frutos secos, el cacao y la leche que utilizan en sus preparados.

“Nuestra forma de elaboración, totalmente artesanal, es el fruto del sincretismo, fusión de conocimientos y experiencias, que a lo largo de los siglos han permitido crear exquisitas recetas que hoy todos pueden saborear”, explican.

Usan leches de origen sostenible para hacer helados que van desde los tradicionales, como vainilla y chocolate, a otros más atrevidos como de anacardo, macadamia, algas u hortalizas. También hay sorbetes de sabores frutales, en donde resalta el uso de pulpa de beobab, obtenida del árbol africano homónimo. Por otro lado, hay helados veganos que no renuncian a la calidad, cremosidad y buen sabor.

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Con información de GuiaRepsol

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