La fotografía gastronómica es la pasión o afición de muchos, quienes buscan inmortalizar sus comidas de manera atractiva para compartirlas con amigos o a través de las redes sociales. Aquí, una guía para conseguir las mejores gráficas en el hogar.
Con la práctica, cualquiera puede convertirse en un buen comunicador con la cámara para lucirse en plataformas como Pinterest, Instagram, Facebook u otras.
Una guía útil de fotografía gastronómica
Cuidar el fondo
Siempre hay que tener en cuenta que en la foto lo que debe resaltar es la comida. Por lo tanto, el fondo que decorará el ambiente debe ser, preferiblemente, bastante neutral. Se recomienda que las gráficas sean tomadas desde arriba, acomodando todo en un mantel sencillo o en una tabla de madera.
La idea es hacer fluir la creatividad para sacar el máximo provecho a las opciones que hay en casa.
Sobre la iluminación
No es necesario, como muchos pueden creer, tener fuentes de luz artificial para tomar buenas fotos, pues basta con la natural. Acercarse a las ventanas para que todo esté correctamente iluminado es suficiente para la fotografía gastronómica casera.
Un tip es usar las cortinas como una especie de “filtro” de luz, con lo que se puede jugar para hacerla más o menos suave según lo que se requiera.
El juego de los colores
Hay que considerar que todos los elementos de la foto deben estar en armonía. Usar los colores es una buena manera de lograr esto. Conjugar el fondo, la vajilla y otros utensilios y los alimentos según sus tonos es una vía para obtener mejores resultados.
La importancia de la composición
Muchos recomiendan realizar un boceto de lo que se quiere fotografiar antes de hacerlo, a fin de aclarar ideas y maneras de ordenar las cosas. Así, puede ser más fácil llegar a una conclusión sobre cómo disponer los elementos en el fondo para que todo luzca como se debe.
Pensar desde qué ingredientes son o no fotogénicos, con qué objetos del hogar se pueden presentar y más son factores que juegan en una foto de calidad.
El ángulo ideal
Hay platos que, sin duda, se ven mejor desde arriba, pero no todos. Buscar la manera adecuada para conseguir lo que se quiere. Por ejemplo, una sopa puede lucir espléndida vista desde arriba, pero cocteles y pasteles lucen mejor en una foto frontal.
El rol de las manos
Muchas personas tienden a usar sus manos como parte de las gráficas sosteniendo alguno de los elementos como cubiertos o copas. Sin embargo, luego de una larga jornada de trabajo, quizás no sea lo más apropiado.
Visualmente, las manos atraen mucho la atención, por lo que pueden ser un factor que distraiga la belleza del trabajo. Lo mejor es atenderlas antes de tomar la foto para que no desentonen.
Por otro lado, si deben incluirse hay que buscar que su acción se vea natural en el entorno, bien sea enrollando pasta en un tenedor o colocando ingredientes.
Al capturar el momento
No hay que desesperarse si la foto no sale a la primera, siempre habrá oportunidad de rectificar la iluminación, la disposición de los elementos o lo que haga falta. Incluso, algunos aseguran que no todo debe lucir perfecto, pues cosas como una taza de chocolate chorreando pueden ofrecer naturalidad.
Por otro lado, hay que asegurarse bien de mantener estática la cámara con que se esté trabajando, bien sea una profesional o la del teléfono.
No limitarse
Un consejo habitual es siempre echar un vistazo antes de tomar la foto. Si luce en exceso sencillo, siempre se podrá agregar algo que decore más aún. Flores, ingredientes y más sirven para que lo que se inmortalizará llame más la atención siempre que tenga coherencia con la comida.
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