Cuando queremos saltarnos la dieta sabemos muy bien dónde encontrar un buen dulce. Pero, ¿sabemos cómo diferenciar entre repostería y pastelería?
Antiguamente una “repostería” era una pequeña despensa donde se almacenaban provisiones. El repostero era el encargado de guardar y custodiar esas provisiones. Se dice que, para matar las horas, empezaron a preparar pastas y otros dulces que comenzaron a tener mucho éxito entre las personas que los probaban.
Los maestros pasteleros, en cambio, aparecen más tarde en Francia, durante el reinado de Carlos IX. Se encargaban de realizar pasteles, tartas y postres muy elaborados. Mientras que los reposteros trabajaban las masas, el azúcar, la fruta y dulces más clásicos o tradicionales.
De forma que podemos concluir que la repostería se identifica con un trabajo más artesano. Con todos aquellos dulces de toda la vida, elaborados con masas bizcochadas, frutas, productos de confitería, sin utilizar maquinaria muy sofisticada y con pocos aditivos y conservantes añadidos.
Por el contrario, con el término de pastelería nos referimos a la realización de tartas, pasteles, postres, mousses y dulces, en general, más elaborados y realizados de forma más sofisticada.
Productos de repostería
Galletas, mazapan, turrón, almendrados, torrijas, polvorón, bizcocho, alfajores o garrapiñados.
Productos de pastelería
Macarons, tarta Tatín, París Brest, eclairs, milhojas, Baba au rhum, coulant de chocolate, croissant, Ispahan o marrón glacé.
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