La gastronomía mexicana es sumamente amplia, con platos de gran fama local e internacional. Sin embargo, si alguno tuviese que representar la esencia culinaria del país en su totalidad, sin duda, sería el chile en nogada.
Esta es una preparación que reúne en un solo lugar varios elementos clásicos de la cocina lugareña, aunque especialmente de Puebla, de donde es originario.
¿Qué es el chile en nogada? Pues una receta en la que un chile poblano, de las variedades más populares de México, se rellena con un “picadillo de cerdo, se baña con salsa de nogada (elaborada con nuez de Castilla) y se adorna con perejil y granada roja”, explica el diccionario gastronómico de Larousse. Añaden que, si bien es una especialidad de Puebla, para muchos es considerado el plato insigne del país, pues los ingredientes utilizados representan la bandera nacional.
El relleno se compone de carne de cerdo e insumos dulces como manzana, durazno, plátano macho, además de otros como almendras, piñones, tomates, pasas, cebolla, perejil, clavo y canela, sumados a otros de preferencia del cocinero. Mientras, la mencionada salsa, en su versión más tradicional, lleva nuez de Castilla fresca, agua o leche, queso de cabra y almendras, aunque esto puede variar.
El importante chile en nogada

Su preparación es todo un acontecimiento, pues tiene su punto álgido entre julio y septiembre, dado que es en este tiempo cuando se cosecha la nuez de Castilla. Algo que hace mucho más especial disfrutarlo.
Su origen no está del todo claro, aunque existe una teoría bastante extentida y aceptada por los mexicanos. “El chile en nogada es el plato que, según la leyenda, las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en Puebla, elaboraron con los productos de temporada para elaborar una comida que llevara los colores del ejército trigarante; esto con el objetivo de celebrar la Independencia de México y al emperador Agustín de Iturbide“, explica el portal del gobierno local.
Existe otra versión, también relacionada con Iturbide, sus soldados y su victoria independentista. En esta, se dice que fueron las novias de los guerreros mexicanos las que crearon el plato.

Sin embargo, según historiadores y antropólogos mexicanos, hay registros que indican que esta receta, o al menos algunas muy similares de chiles rellenos bañados en salsa de nuez de Castilla, ya existían. Algo que haría que el alimento sea más antiguo que las referencias a Agustín de Iturbide. Aunque sí se cree que las monjas fueron responsables de darle un estilo y toque particular con la elección de ingredientes.
Sea como sea, hoy en día es todo un símbolo de los sabores locales y es un plato insigne de las fiestas patrias.
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