El mundo de la carne es sumamente amplio y con gran cantidad de apasionados. Fanáticos de todo tipo de cortes y formas de cocinarlos. Mientras mejor sea la calidad, más agradecido estará el paladar. En Japón, existe un tipo de carne que seduce a los comensales en todo el mundo.
Carne de calidad
El producto proviene del wagyu. Una raza bovina similar al buey, originaria de la región de Kōbe en la isla nipona. Los cortes extraídos del animal son sumamente preciados en gran cantidad de países.
Entre sus características más destacadas están su sabor, ternura y jugosidad. Esto la ha llevado a convertirse en un actor principal de la alta cocina. Gran parte de su exquisito sabor se debe al marmoleo de la carne. Esto representa la infiltración de grasa en las fibras musculares, lo que entrega sus particulares atributos cuando es cocinada.
Además de ser una delicia en cada plato, posee cualidades beneficiosas para la salud. Contiene un elevado porcentaje de ácidos grasos insaturados y poliinsaturados, como los ácidos oleico, linoleico o linoleico conjugado (omega 3, 6 y 9). Estos son factores que pueden prevenir enfermedades cardiovasculares.
Existen cuatro razas de las cuales se puede conseguir la exquisitez: wagyu negra, marrón, moteada y de cuernos cortos. Estos son los nombres por los cuales se conocen internacionalmente. Mientras que en su país originario se denominan como tajima, tottori, shimane, kochi y kumamoto.
Actualmente, no solo se crían en el país asiático. Gran cantidad de naciones los han importado para aprovechar su utilización en la gastronomía. Estados Unidos, Australia, Dinamarca, Argentina y España son algunos de los estados que adoptaron la especie como propia. Sin embargo, la mayoría de estos ejemplares no son completamente puros.
El kilogramo del bovino, dependiendo del corte específico, puede llegar a tener un precio de entre 100 y 300 euros.
¿Cómo se come en su tierra?
En la isla del Lejano Oriente, son muchas las presentaciones que se logran con esta carne. Una de las más habituales es el sukiyaki. Se corta en láminas muy finas y se le añade una mezcla de sake, salsa de soja y azúcar para cocinarla a fuego lento en una sartén con diversos vegetales.
Es también muy popular el shabu shabu. Este consiste en láminas finas que se sumergen unos segundos en un caldo de verduras hirviendo Luego se pasan por una salsa ponzu (de soja y vinagre cítrico) antes de comerlas.
El teppanyaki es perfecto para apreciar de mejor manera su textura y delicadeza. Una técnica de plancha japonesa que lo cocina por fuera y deja semicrudo el interior.
Existe también el gyudon. La carne se trocea y se cocina con cebolla, caldo dashi y mirin para servirla luego en un bol con arroz cocido y huevos escalfados.
Sin dudas, todo verdadero amante de los productos cárnicos deseará degustar un buen trozo de waygu en todas sus presentaciones. Un bovino que tiene mucha calidad para ofrecer en cada plato.
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Con información de ABC y FincaSantaRosalía