Limosnero es un restaurante en México ubicado en el corazón del Centro Histórico lleno de historia y leyenda.
Ubicado en una antigua vía de tierra, cuya fachada cruzaba la calle de Tlacopan y unía México con ese territorio.
En estas paredes llenas de historia en Tacuba, se vive una de las mejores experiencias gastronómicas. Llenos de tradición mexicana adaptados al tiempo contemporáneo. Seducirán tus sentidos con los más amplios ingredientes de las tierras de México.

Esta excepcional experiencia al paladar viene de la mano de Marcos Fulcheri y Carlo Meléndez
Marcos Fulcheri, nacido en Argentina, realizó estudios de cocina entre México y España. Esta experiencia, enriquecida con otro cursos, le sirvieron para trabajar en Denominación de Origen, Pata Negra, La Rastra, Carmela de Ponte y Vía Tasso. Más adelante Creó el restaurante Petrona, de especialidad mediterránea.
Por sor su parte Carlo Melendéz, sin tener la menor idea de como se agarra un cuchillo se inicio como ayudante de cocina en 1999.
Pero sus ganas de aprender, y de no cortarse y quemarse, lo llevaron a convertirse en parrillero.
Su primer contacto con la comida mexicana sucede en Los Almendros. Conoció a Marcos Fulcheri y a Pablo San Román cuando trabajó en el restaurante español D.O. Ambos le enseñaron a cocinar “con los 5 sentidos”.

Su experiencia continuó en Le Bouchon para asociarse más tarde en un proyecto llamado Avant Garde Cuisine.
Hasta que en el 2013 Marcos Fulcheri lo invita a formar parte de Limosneros, un proyecto que reclamaba una renovación con base en la investigación y el respeto por la buena comida mexicana.
Y eso es su comida, la regeneración de la comida mexicana, respetado sus tradiciones pero trasluciendo sus sabores.
Con una atención de primera de la mano de sus chefs, comer en limosnero es una experiencia agradable al paladar.
Nuestra experiencia

Recibido con un mezcal, en una tapara o totuma, acompañado de una rodaja de naranja y tres tipos de sal; sal de gusano, de parchita o maracuyá y de salsa mora.
Como entrada probamos chiles de tatemados, una variedad de chiles acompañados de tierra de tortilla y piña asada.
En cuanto a las sopas probamos una crema de frijol divorciada, que viene con una tierra de tortilla, tierra de tocino, unos brotes de betabel, queso crema y una galleta hecha a base de queso y frijol.
También probamos una sopa de tortilla que tenía perlas de aguacate, queso crema, punto de chile y una cesta a base de tortilla con chicharrón en su interior.
Atendidos por sus dueños con una cortesía de primera, disfrutamos lo mejor de la gastronomía mexicana de la mano de dos grandes chefs.