El amor puede surgir en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso en la cocina. El sector gastronómico está repleto de parejas que canalizan su pasión en conjunto dentro de su profesión para alcanzar el éxito.
Personalidades que, en su infaltable compañía, han logrado conquistar a los paladares más exigentes y levantar el nombre de sus restaurantes entre los más deliciosos de diferentes fronteras.
Virgilio Martínez y Pía León
Una unión que ha hecho que los conocedores de la alta gastronomía giren su mirada hacia Perú. Su historia comenzó en 2009, cuando Martínez estaba cercano a abrir las puertas de su ya icónico restaurante: Central (Lima). León se postuló para pertenecer a su equipo y, luego de varios meses de espera, fue contactada para trabajar en el recinto.
Una década después han llevado al establecimiento a ubicarse en el puesto cinco de la lista The World’s 50 Best Restaurants de 2019. Además, dirigen diversos proyectos gastronómicos, en el que uno es exclusivo de Pía: Kjolle.
José Polo y Toño Pérez
Aquí, Toño es la mente maestra de la cocina y José es el encargado de dirigir una de las bodegas más renombradas para un restaurante español. Enamorados desde su juventud, se aventuraron sin grandes conocimientos en la industria gastronómica. Hoy en día son los responsables de llevar al restaurante Atrio (Cáceres, España) a ostentar dos estrellas Michelin, tres soles Repsol y un Premio Nacional de Gastronomía, además de ser una referencia en la región.
Carme Ruscalleda y Toni Balam
Ruscalleda es una de las damas más representativas en la gastronomía española, por tres décadas estuvo al frente de su restaurante catalán Sant Pau. Desde siempre, Carme ha estado acompañada del hombre de su vida, Toni, quien se ha desempeñado como jefe de sala con gran prestigio.
Por años se mantuvieron a la vanguardia del exigente panorama español y, aunque cerraran su establecimiento a finales de 2018, aún se mantienen inmersos en el sector culinario.
Su amor incluso dio como fruto a otro gran intérprete de buenos sabores, su hijo Raül, quien ostenta dos estrellas Michelin en Moments (Barcelona).
Gastón Acurio y Astrid Gutsche
Él, cocinero peruano, ella, pastelera alemana. Luego de conocerse durante sus años de estudio en Francia, ambos se trasladaron a la nación sudamericana para establecerse y triunfar. El restaurante Astrid & Gastón fue por años el mejor de toda Latinoamérica y un destino infaltable para los turistas en suelo limeño.
El par ha estado inmerso en la promoción constante de la cocina de Perú y sus insumos como el cacao.
Kyle y Katina Connaughton
Una de las parejas gastronómicas con el ascenso más meteórico en la actualidad. En apenas tres años, han llevado a su local SingleThread (California, Estados Unidos) a figurar con tres luminarias Michelin y a estar entre los 100 mejores de The 50 Best.
Su recinto combina el comedor con habitaciones y un gran huerto. Kyle es quien trabaja en los fogones y Katina en la agricultura que surte sus despensas con ingredientes variados y frescos.
Jordi Roca y Alejandra Rivas
El Celler de Can Roca es toda una institución gastronómica en el mundo. El menor de los hermanos que hacen de este un lugar asombroso, Jordi, es un alquimista de la pastelería y las recetas dulces. Por otro lado, Rivas, de origen mexicano, pasó por varias mesas importantes de España antes de hacer una pasantía a su lado. Interesada en aprender sobre la cocina salada, el estilo del pastelero le hizo enamorarse de su oficio y, posteriormente, de él.
Hoy en día ambos dirigen la cadena de heladerías Rocambolesc y otras iniciativas con chocolate y cacao.
Duangporn Songvisava y Dylan James
Songvisava, tailandesa conocida cariñosamente como Bo, y James, de Australia, unificaron fuerzas en Bo.Lan (Bangkok), uno de los destinos más populares del exótico país asiático.
Explican que la confianza es uno de los pilares fundamentales para las parejas en este ámbito. “Digamos que si uno de nosotros se enfermó o no pudo estar en la cocina por un día, sabemos que el otro haría el mayor esfuerzo para terminar el trabajo y cocinar de la mejor forma. Tal relación es la mayor ventaja de un equipo de marido y mujer en mi opinión”, comparte Dylan.
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