¿Un carro último modelo o un delicioso melón? Apostamos que su respuesta fue un carro, pero en Japón puede ser todo lo contrario.
En una subasta celebrada en la ciudad de Sapporo (Japón), un par de melones Yubari se vendieron por una cifra récord de 3,2 millones de yenes (29,436 dólares). Los dos melones fueron comprados por Shinya Noda, presidente de una compañía de empaque de frutas y verduras. Este precio rompió el récord anterior para los melones Yubari; en 2016, un comprador gastó 3 millones yenes (27,240 dólares) para conseguir su propio juego de frutas codiciadas.
Yubari es una región de la isla de Hokkaido, en el norte de Japón, que se ha hecho famosa por sus melones y su forma de cultivarlos.
¿Frutas de lujo?
Los japoneses consideran la fruta como un artículo de lujo y el melón Yubari, un cantalupo cultivado en la isla de Hokkaido y con denominación de origen protegido, es un regalo muy apreciado, igual que un buen vino.
El sabor del Yubari, como se lo conoce, es entre dulce y picante. Una mezcla de melón Cantaloupe estadounidense, que es picante y uno europeo, que lo hace más redondo y jugoso.
Estos melones son cuidados casi como si fueran hijos. Su cultivo es tan riguroso que algunos frutos son cubiertos por una especie de sombrero para que les llegue la cantidad de sol adecuada.
El interés por esta subasta puede entenderse porque en Japón la fruta natural no procesada es difícil de encontrar, de ahí su precio elevado. En las tiendas dedicadas a este tipo de frutas de lujo no es raro encontrar obsequios como una docena de fresas envueltas en delicado satén a 40 dólares, sandías exquisitamente redondas que pasan de los 2.000 dólares o pequeños racimos de uvas de la variedad Ruby Roman (todas perfectas) que cuestan 600 dólares.
Ahora, ¿gastaría dinero en una fruta tan costosa como estas?
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