La antigua ciudad romana de Pompeya, que fue destruida por la erupción volcánica del Vesubio en el 79 después de Cristo, no deja de sorprender a los arqueólogos por estos días de fiestas decembrinas.
El sábado 26 de diciembre descubrieron un termopolio, que servía comida y bebidas calientes al aire libre a los habitantes de las clases más desfavorecidas de la ciudad.
El hallazgo se encontraba prácticamente intacto, decorado con frescos brillantes y dotados con tinajas de terracota. Incluso, había restos de alimentos en envases, utensilios de cocina y huesos, tantos de animales como de personas que fueron víctimas de la fuerte erupción.
Según informó el ministerio de Cultura italiano este viene a ser “otro descubrimiento extraordinario en Pompeya, en las nuevas excavaciones emprendidas dentro del proyecto de mantenimiento y restauración de la Regio V”, reseñó la agencia EFE.
Por su parte, Massimo Osanna, director general del Parque Arqueológico de Pompeya, manifestó: “Además de ser un testimonio más de la vida cotidiana en Pompeya, las posibilidades de análisis de este termopolio son excepcionales, pues por primera vez se ha excavado todo un entorno con metodologías y tecnologías de vanguardia que están devolviendo datos inéditos”.
Parte de lo encontrado

Los arqueólogos consiguieron debajo de las cenizas que este termopolio posee decoraciones frescas de animales pintados con colores vivos, en especies de barras. También hay una con la imagen ninfa a caballo con un entorno marino.
Los expertos hallaron al menos nueve ánforas, un recipiente de bronce y una olla de cerámica. En uno de los mostradores había tarros incrustados, que eran muy habituales en esa época para comer al aire libre.
Entre los primeros análisis de restos de alimentos, precisaron fragmentos de huesos de pato y restos de cabra, cerdo, pescado y caracoles de tierra, así como envases de comida para llevar, y huesos humanos.
También le puede interesar: Ideas para confeccionar el menú y preparar la mesa