Té matcha, té verde, limonada rosa o caramelo salado. Una colección de ingredientes un poco peculiar y hasta contradictoria de leer en conjunto, y mucho más si se habla de una heladería. Y si a esto le agregamos la palabra “taiyaki”, habría uno que otro que pediría una explicación. En La Pecera, la respuesta entra en la boca en forma de un dulce pez.
Se trata de la heladería que ha marcado el ritmo de los postres en Madrid desde que inició el proyecto, el 14 de mayo de 2017, de la mano de tres venezolanos, y cuyos locales en Malasaña y Goya son fáciles de reconocer por las largas colas que se forman, incluso hasta la calle.
Un postre intercontinental
“La Pecera es una taiyakería, porque vendemos los helados dentro del taiyaki, que es un postre japonés con forma de pez, que tiene una textura y un sabor igual de suave y dulce que un gofre o waffle”, explica a Cocina y Vino Luis Aliff, uno de los socios del negocio. Otro producto es el helado soft, del inglés “suave”, que, como su nombre lo indica, “se derrite con mayor rapidez, y no es tan fuerte como un helado o gelatto típico italiano”. En otras palabras, hay que degustarlo más rápido.
En su origen japonés, el taiyaki se come “como una especie de empanada” relleno con judías. La versión que llega a España es una adaptación del postre coreano, en el que utilizan la misma masa pero rellena de algo dulce como chocolate.
Luis afirma que es un producto de “influencia occidental dentro de un postre tradicional oriental”. De allí que en el menú se puedan leer ingredientes variados asiáticos, infusiones o té, combinados con los más golosos sabores de vainilla, chocolate, oreo, o toppings de nutella o galleta molida.
Una masa dulce y un helado soft
La inspiración para abrir La Pecera llegó desde Nueva York, cuando el hermano de Luis, Miguel Aliff, y su esposa Giuseppina Palladino se toparon con la primera taiyakería e indagaron sobre la técnica a la que le dieron su toque personal para llevarla a España.
“El taiyaki no tiene un ingrediente secreto, pero los ingredientes de su masa deben estar muy bien equilibrados para poder crear el helado con un molde. Nosotros le damos nuestro toque especial porque, a diferencia del japonés, es menos glutinoso y es un sabor más fuerte, más dulce; el tradicional es más insípido. Hemos ajustado la receta a nuestro gusto apostando por que también le gustara al público español”, dice Luis, chef egresado del Centro Venezolano de Capacitación Gastronómica.
Adicional a esto, el helado se prepara al momento en máquinas donde se realiza el proceso de mantecación, mediante el cual se transforma el líquido en el producto cremoso que se pone dentro de los moldes con forma de pez: “La creación del helado depende del movimiento y de la temperatura, el soft se hace a una temperatura más alta y se congela menos, lleva más parte de agua y menos grasa y azúcar que el otro”.
El taiyaki más pedido
Para sorpresa de todo el que llega a La Pecera, las combinaciones pueden resultar de lo más exóticas. Vainilla con pink limonada o té matcha con caramelo salado, más los toppings que se deseen. Siempre se pueden mezclar como apetezca, pero hay un favorito.
Luis explica que al primer local en Malasaña llegaban numerosos asiáticos que solo pedían el helado de té verde y sin topping. El líder del proyecto convenció a uno para que le agregara una cubierta y a este no se le ocurrió otra cosa que ponerle Oreo. Los socios, sorprendidos, probaron la curiosa combinación y hoy día es un sabor establecido en La Pecera que refresca y anima el alma.
Más éxitos en otoño
El éxito de La Pecera no ha mermado. En Instagram ya casi alcanzan los 30K y han abierto su tercer local en Málaga, al sur del país. En otoño e invierno, asegura Luis, ya tienen una propuesta para quienes buscan el calor.
Los helados no faltarán, pero también se seguirán comiendo las tortitas japonesas; los croyakis dulces japoneses, que son croissants de masa de hojaldre en forma de pez; los cafés, que seguirán evolucionando de una forma más especializada; y los color latte, tan solicitados ahora, como el red velvet latte, la golden milk y el latte verde de matcha.
Aunque utilizan ingredientes milenarios y asociados a la cultura tradicional asiática, no hay quien salga de La Pecera sin un taiyaki con Nutella o marshmallow. En fin, una alternativa fresca y diferente para disfrutar casi como adentrándose en el agua.
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