Los apasionados que no pueden dejar que beber una buena taza de café diaria están en constante búsqueda de nuevas experiencias, más allá de probar diferentes marcas, formas de moler o técnicas para colarlo. Agregarle sabor es una de ellas y súper sencillo.
Especias
Aquí priva el gusto de cada quien y basta con revisar el gabinete de especias. Una vez seleccionada, la técnica es sencilla. Solo se trata de añadir aproximadamente 1/4 de cucharadita de la especia al café molido y prepararlo como de costumbre. Se puede elegir entre nuez moscada, canela, anís, clavo y, para los más atrevidos, pimienta negra y jengibre. Si se opta por el cardamomo, el procedimiento es distinto, ya que se trata de semillas y se deben entonces seguir los pasos para hacer café árabe.
Asimismo, se pueden agregar las especias al café molido y dejarlo en su envase bien cerrado hasta el momento de usar, de manera que se concentren los aromas. mientras más días pasen, estos serán más intensos.
Extractos
En este aparte, hay infinidad de opciones. En cuanto al método, existen dos vías. Una es combinar el extracto con el café molido y la otra es verterlo directamente en la taza. Hay que prestar atención a si el extracto es puro o diluido para calcular la cantidad y no excederse. Entre estos se pueden hallar de vainilla, nueces, avellanas, coco, menta, naranja, mantequilla, maní, anís y muchos otros.
Siropes
Estos, además de endulzar, dan un toque muy particular. Son innumerables los que se pueden crear. Solo se trata de mezclar agua azúcar y frutas, conchas de frutas, especias, hierbas y flores. Esto se lleva al fuego, se cocina durante algunos minutos y se espera a que enfríe. Luego, se agrega al café cuando esté listo. Igualmente, se pueden adquirir los siropes en el supermercado.
Bebidas alcohólicas
Es ampliamente conocido el uso de bebidas alcohólicas en el café. Entre estas ron, brandy, whisky, ponche crema, Baileys, anís y, en realidad, la que se desee, ya que es muy difícil que alguna no combine bien.
Otros
Por supuesto, no pueden faltar los acompañantes tradicionales como cacao, papelón, leche condensada y miel.
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